Se va el pintor, pero se quedan las pinturas. El polémico artista Sean Scully, que ha decidido marcharse de Barcelona por el catalán, mantendrá sus obras en Catalunya. Concretamente, continuarán tanto en el Museo de Montserrat como en la iglesia de Santa Cecília, donde inauguró el año 2015 el Espacio de Arte Sean Scully.

El espacio artístico con las obras del pintor está actualmente cerrado por la falta de turistas, pero volverá a abrir cuando la situación mejore. Es una especie de exposición permanente, un embellecimiento de la iglesia con toda una serie de pinturas de gran formato, frescos y vitrales del artista.

Santa Cecília y el Museo de Montserrat

El museo del monasterio, en cambio, permanece abierto y se puede visitar cuando uno quiera. Su director, el padre Josep de Calassanç Laplana, mantiene una muy buena relación con el pintor, después de que bautizara en Montserrat al hijo de Scully y Tomasko. Como muestra de afecto, el artista donó al museo un importante cuadro que tituló La montaña de Oisin. Oisin es nombre del hijo de la pareja.

Respecto al espacio artístico, su historia empieza el año 2005, cuando concibió un proyecto artístico para la iglesia románica de Santa Cecília de Montserrat. El proyecto se acabó inaugurando diez años después, justo cuando cumplía setenta años. Scully hizo en aquel sitio, al pie de la montaña, una personal interpretación de las catorce estaciones del viacrucis, dedicada a su madre, una mujer que cantaba, lo cual puede relacionarse con Santa Cecília, patrona de la música.

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La montaña de Oisin, el cuadro que Scully dio en el Museo de Montserrat / Museo de Montserrat

Según la web de la iglesia, la primera vez que el artista vio el templo quedó cautivado. Scully quería hacer allí algo como lo que había hecho su admirado y amado Mark Rothko en una capilla de Houston (Tejas). "Pero en Santa Cecília de Montserrat tendría ahora la marca de Sean Scully", explican.

El pintor también llegó a ofrecer 200 obras al Ayuntamiento de Barcelona a cambio que estuvieran expuestas de manera permanente en un espacio museístico propio. La iniciativa al final no salió adelante, pero poco después el artista acabó creando su Espacio de Arte Sean Scully a la iglesia de Montserrat, construida el siglo X.

Catalanofobia de la pareja de artistas

Scully y su pareja, Liliane Tomasko, han anunciado recientemente que se marchaban de Catalunya por culpa del catalán. "Ibas a reuniones y hablaban completamente en catalán, como diciendo fastídiate", ha lamentado el pintor irlandés. Finalmente, no pudieron "aguantar en Barcelona por esta mierda".

El artista nació en 1945 en Dublín (República de Irlanda), pero hace más de treinta años que se nacionalizó norteamericano. Tomasko nació en Zurich (Suiza) en 1967. Más allá de Barcelona, también vivían en Nueva York y en Munich, donde no han tenido problemas ni con el inglés ni con el alemán. Ahora han trasladado su residencia a la ciudad occitana de Ays de Provenza. ¿Tendrán problemas cuando la gente les hable francés? ¿Y si les hablan occitano?

 

 

Imagen principal: El artista irlandés Sean Scully / Iglesia de Santa Cecília de Montserrat