La Conferencia Episcopal descarta participar en la comisión de investigación encomendada al Defensor del Pueblo para estudiar los casos de abusos a menores, pero se muestra dispuesta a abrir sus archivos canónicos pese a que los obispos advierten de que se sobrevalora la información que se pueda encontrar en ellos. Así lo ha señalado este viernes el portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, en rueda de prensa tras la celebración de la Asamblea Plenaria, en la que ha subrayado que la posibilidad de que la Iglesia, institucionalmente, esté presente en la Comisión de investigación creada por el Defensor está descartada, aunque sí que ha trasladado su voluntad de colaboración.

Argüello ha detallado que todos los obispos han respaldado por unanimidad el trabajo realizado en los últimos meses en las oficinas diocesanas de protección de menores y la firma con Cremades & Calvo-Sotelo para que realice una auditoría independiente acerca de los informes e investigaciones sobre los casos de abusos a menores en el seno de la Iglesia española. El secretario general de la CEE ha afirmado, por otra parte, que la Iglesia está dispuesta a abrir sus archivos a la investigación de los casos de abusos que está realizando ese despacho de abogados, aunque los obispos creen que se sobrevalora la información que se pueda encontrar en ellos.

La comisión del Parlament

El Parlament aprobó este miércoles crear la comisión de investigación de la pederastia en la Iglesia católica y la abrió a otros ámbitos, algo que apoyaron ERC, la CUP y los comuns, que impulsaron su creación, junto al PSC, Junts y Cs, mientras que Vox y el PP votaron en contra, y el diputado del PSC-Units y líder de Units, Ramon Espadaler, se abstuvo. La comisión investigará casos en la Iglesia y también de entornos como el familiar, el deportivo, el escolar y el de ocio, después de que el PSC y Junts presentaran enmiendas para pedir abrir el alcance de la comisión, que plantea elaborar conclusiones parciales según el ámbito investigado, empezando por el de la Iglesia.

La líder de la CUP en el Parlament Dolors Sabater destacó que esta propuesta no ataca al cristianismo ni ninguna creencia, pero señaló a la Iglesia católica como estructura de poder que ha encubierto, en sus palabras: "Esta lacra social de ninguna manera tendría las proporciones monumentales que tiene si no gozara de una impunidad y connivencia que hay que erradicar". La diputada de los comuns Jéssica González lamentó que las instituciones no han estado a la altura de este asunto, y acusó al Govern de tener una agenda poco ambiciosa en este sentido, tras lo que llamó a trabajar por la verdad y la justicia, porque "se debe acabar con el encubrimiento y la impunidad". La republicana Raquel Sans defendió poner herramientas para evitar que se repitan casos y destacó que esta comisión debe ser un primer paso, tras lo que insistió en que "no se trata de ir en contra de nadie y contra ninguna fe".