La alerta se dio el año 2019 pero ahora ha cogido impulso. Planchar es una de las tareas del hogar que más consume y favorece el cambio climático. Por eso, una iniciativa de alcance mundial pide detener de golpe este ejercicio e ir vestido, si procede, con la ropa arrugada. El tema, que puede tener una vertiente cómica, lo defensa un gurú del medio ambiente y pone cifras: cada persona que plancha emite el equivalente a 190 kilogramos de CO₂ anualmente. Eso significa que si toda la población mundial dejara de planchar ropa se podría reducir la emisión de CO₂ en 13 millones de toneladas métricas cada año.

La persona que ha puesto este debate encima de la mesa es el activista Mark Sultan, premio nacional en las Filipinas sobre iniciativas medioambientales que apuesta por el movimiento antiplancha. Y se suma al dato: "¿Sabías que planchar ropa con planchas eléctricas es malo para el medio ambiente? Cada persona emite kilos y kilos de gases de efecto invernadero cada año planchando ropa. Si los 7.000 millones de personas dejaran de hacerlo, podremos disminuir el CO2. Juntos volvemos a hacer grande el planeta. Y lo mejor es que reducirás tus facturas eléctricas". La publicación la acompaña de sus pantalones totalmente arrugados.

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Fotografía de Sultan publicada en su facebook

Sultan no es el único que hace el llamamiento. La ONG Red Solidaria, especializada en consumo energético, traduce estos datos en términos ecológicos: no planchar una camisa equivale a plantar siete árboles y absorber el dióxido de carbono de siete automóviles. Para el planeta, supone un esfuerzo, pero para sus usuarios también. Una de las alternativas pueden ser los armarios de vapor que eliminan arrugas sólo dejándola colgada en su interior, pero los precios y su enorme tamaño no facilitan la demanda.

A pesar de todo, con la pandemia, planchar ha sido una de las actividades que más ha caído. En comparación con los datos antes de la Covid-19, el año 2019, se registraron un 21% más de las ventas que en el 2020, según la Federación Española de Fabricantes de Electrodomésticos. Este 2021, la tendencia ha registrado un repunte pero de forma muy ligera. Otros aspectos que ya vienen arrastrando una tendencia negativa es que su práctica no es una necesidad básica de todas las tareas del hogar y la funcionalidad que tenía el siglo pasado, ahora la sustituyen otros electrodomésticos. A modo de ejemplo, los temas higiénicos.

Cuando nació la plancha eléctrica, el año 1882, la única forma de matar una variante de piojo humano, transmisor de enfermedades letales como el tifus, era con este electrodoméstico. Posteriormente, el planchado masivo se extendió con el fin de la I Guerra Mundial, en 1920, y prácticamente era un instrumento de supervivencia. Hoy, eso lo 'cubre' directamente las lavadoras o las secadoras con procesos de lavado y temperaturas que pueden ser muy elevadas.

¿La alternativa? Planchar bien

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) da unos consejos para ahorrar planchado. Un planchado rápido y fácil empieza en el momento en que pondrás la ropa a lavar, continúa cuando se extiende y se remata con la plancha. Lo más importante es lavar a baja temperatura y centrifugar lente. Otros consejos: cierra las cremalleras de las piezas y atar los botones antes de lavar; procurar tender la ropa cuando acabe el lavado; utilizar lavados cortos en menos de 40ºC y con poco centrifugado (menos de 1.000 rpm) siempre según la etiqueta de las piezas; evitar tanto como sea posible los aditivos industriales, se puede utilizar un suavizante ácido cítrico que no estropea los tejidos y facilita el alisado de arrugas.

Por otra parte, también se tiene que tender la ropa dando la vuelta. Y mejor evitar el sol directo cuando se trate de ropa de colores oscuros. También se recomienda estirar y sacudir fuerte las piezas cuando se cuelgan para eliminar las arrugas, sobre todo, las mangas. Y para acabar, las pinzas de plástico dejan menos señal que las de madera. Siguiendo unas pautas muy sencillas, la mayoría de la ropa no hará falta que pase por la plancha.

Fotografía de portada: imagen de recurso de un chico planchando.