El pasado mes de abril murió, a los 103 años, Neus Català, veterana militante de izquierdas que había sobrevivido a los campos de concentración nazis. Català durante la guerra civil había colaborado en la custodia de niños huérfanos, más tarde se exilió en Francia, donde se añadiría a la Resistencia. Los nazis la capturaron y la enviaron a los campos de concentración, donde continuó su lucha.

La ciudad de París le ha dedicado una calle, que se ha inagurado hoy viernes. Además, el ayuntamiento de la capital francesa le ha otorgado, a título póstumo, la medalla Grand Vermeil, la distinción más importante que otorga el consistorio parisino. En Barcelona, los trámites para consagrar un espacio público a Català están parados.

La inauguración ha contado con la presencia de su hija, Margarita Català, del conseller d'Acció Exterior, Alfred Bosch, y del diputado Joan Josep Nuet, antiguo secretario general del disuelto Partido de los Comunistas de Cataluña, donde militaba Neus Català.

Català ya mujer nombre a un pasaje del undécimo distrito de la capital francesa. El acto de inauguración del pasaje se ha convertido en un homenaje a la trayectoria de lucha y de preservación de la memoria de Català.

Neus Català Margarida català carrer París ACN

Su hija, Margarita Català, ha reivindicado la tarea de su madre en la recuperación y preservación de las historias de las mujeres deportadas, a las cuales Català se refería como "las olvidadas de las olvidadas", y ha apuntado que todos los méritos que ha recibido su madre lo son para todas las personas que, como Català, fueron deportadas por el fascismo.

Su paseo en un tramo del bulevar de Charonne, sinónimo para los franceses de la muerte en 1962 de ocho manifestantes contra la guerra de Argelia, se encuentra junto al dedicado a la militante feminista Maya Surduts y otro a la republicana española comunista Maria Doriath.

"Espero que hubiera apreciado estos símbolos fuertes", dijo en su intervención la encargada de la Memoria y del Mundo Combatiente en la alcaldía de París, Catherine Vieu-Charier, para quien a través del homenaje a Català se honra la España republicana.

El consistorio se ha saltado el plazo de cinco años que debe pasar desde la muerte de una personalidad antes de poderle dedicar una calle por la "magnífica" trayectoria de la militante, que después de volver a España en 1976 continuó su actividad política primero en las filas del PSUC y, tras escindirse este partido, en el PCC.

Barcelona

En Barcelona, los trámites para consagrar un espacio público a Català están parados. Antes de las elecciones del mes de mayo, todos los grupos del Ayuntamiento de Barcelona elevaron la propuesta de dedicar una calle a Català a la ponencia de nomenclator, el órgano que decide los cambios de nombre de las calles y plazas.

Sin embargo, la ponencia del actual gobierno municipal todavía no se ha constituido y tampoco tiene fecha prevista para hacerlo.