La prisión Modelo vive sus últimas horas de funcionamiento después de 113 años. Un cierre que desde hace años se reclamaba pero que hasta este jueves 8 de junio de 2017 no llegará. El conseller de Justicia, Carles Mundó, ha declarado que esta decisión ha sido "compleja" pero "necesaria" porque es "un centro obsoleto muy lejos de los estándares de las otras prisiones". Sin embargo ha indicado que "no todo son ventajas en el cierre de la Modelo, ni todas las ventajas son inmediatas".

Mundó ha defendido que se ha tratado de una "decisión compleja" porque supone "el movimiento de muchas personas, que cada una tiene una historia particular". Uno de los colectivos que más presión ha hecho en contra del cierre de la Modelo ha sido el colegio de abogados ya que para|por ellos trasladar el centro de preventivos a las afueras de Barcelona representa dificultades en la relación de los presos con las familias y sus abogados.

En este sentido, Mundó ha replicado que esto puede suponer un problema para los abogados que tienen un despacho en Barcelona pero que de los 1234 abogados que entraron en la Modelo en el 2016, un 42% sólo fueron una vez, el 52% dos veces y el 75% un máximo de cinco. Por lo tanto, "si vas una, dos, tres veces al año es un coste que los abogados se pueden costear", ha afirmado Mundó y ha declarado que "esta no era una decisión que los tuviera que frenar en el cierre de la Modelo".

Además, Mundó ha añadido que si no se cerraba, se tenía que hacer una inversión de 25 millones de euros para mejorar el espacio hasta de aquí 7 – 8 años "que es el tiempo necesario para tener construida una nueva prisión". Mundó ha dejado claro que esta "no habría sido una decisión acertada".

En lo referente al futuro de la Modelo, Mundó ha dejado claro que "tiene que tener un espacio para la memoria de lo que ha pasado ya que ha sido la prisión del siglo XX".