El Tercer Informe Sobre Cambio Climático en Catalunya (TICCC) alerta de que el incremento de las temperaturas debido al cambio climático puede disparar las muertes por olas de calor de las 300 actuales a las 2.500 en 2050 en Catalunya. El trabajo proyecta que Catalunya experimentará un aumento de la temperatura de 0,8 grados en esta década y de 1,4 grados hacia 2050 -respecto a la media del periodo 1971-2000-, además de una posible disminución de la precipitación hacia mediados de siglo.

El conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, y el de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, han presidido este lunes la presentación del TICCC, elaborado por 141 expertos de universidades y centros de investigación y 44 revisores.

El coordinador científico del estudio, Javier Martin Vide, ha afirmado que todos los escenarios climáticos apuntan a un aumento de las temperaturas extremas, las olas de calor y las noches tropicales -por encima de los 20 grados-, las noches y días cálidos, y la duración de rachas secas. Martin Vide, que ha pedido que el informe no se quede en un cajón, ha explicado que la mortalidad por olas de calor está relacionada con las enfermedades cardiovasculares y respiratorias y del sistema nervioso y mental, la diabetes y las enfermedades del sistema urinario y renal.

Dengue, Chikungunya y Malária

Según ha avisado, el aumento generalizado de las temperaturas, el desplazamiento y cambios en la duración de las estaciones también tendrán consecuencias en los ataques de asma y alergias -actualmente entre un 20% y un 25% de la población sufre algún tipo de alergia-.

El incremento de temperaturas favorecerá el riesgo de introducción de enfermedades como el dengue, el chikungunya y la malaria, de las cuales no hay casos autóctonos. El informe también sostiene que los colectivos más afectados por los efectos del cambio climático serán niños, ancianos, personas con patologías previas y población con un nivel socioeconómico bajo.

Efectos sobre el medio

Respecto a los sistemas naturales, en 2100 el 21% de las playas requerirá actuaciones adicionales de mantenimiento; se ha observado el desplazamiento de especies mediterráneas a cotas más elevadas en las montañas, y la temperatura del mar ha crecido 0,3 grados por decenio desde 1974.

Las condiciones extremas de temperatura, humedad y lluvias previstas apuntan hacia un aumento de los incendios forestales y de las inundaciones -aunque este último escenario no es concluyente, según el informe-, además de que se prevé escasez de agua y reducción de recursos hídricos.

"No es posible el negacionismo"

El presidente del Institut d'Estudis Catalans (IEC), Joandomènec Ros, ha expresado que los datos presentados son irrefutables y muestran que "ya no es posible el negacionismo", que ha atribuido a la mala fe o intereses espurios, puesto que el cambio climático es ya una verdad científica, ha añadido.

Según Romeva, más allá de lo exhaustivo, ambicioso y riguroso del texto, es importante que el informe sea útil, práctico y que vincule a diferentes actores: "Nos hemos de preparar y estar alerta y, sobre todo, dar respuesta de forma colectiva y de forma importante desde las instituciones".

Para Rull, el cambio climático "no es una política de un gobierno sino de un país", porque es un problema en mayúsculas que interpela a todos y debe acompañarse de acción y un programa concreto; y también ha defendido seguir desplegando la Ley de Cambio Climático.

El informe está impulsado por el Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible (Cads) -órgano asesor del Govern-; la Oficina del Canvi Climàtic de la Generalitat; el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC), y el IEC.