El cofundador de Greenpeace e histórico activista ecologista, Rémi Parmentier, ha muerto este viernes víctima de un infarto, según han confirmado fuentes familiares. Nacido en París el año 1957, Parmentier fue una de las figuras más influyentes en la defensa del medio ambiente en el ámbito internacional. Con una trayectoria de más de cuatro décadas, impulsó iniciativas como la Primera Asamblea Mundial sobre Trabajo y Medio Ambiente y la plataforma Let's Be Nice tono the Ocean (Seamos amables con el océano). Apasionado por la protección de mares, océanos y ballenas, Parmentier fue uno de los miembros fundadores de Greenpeace Internacional y participó como tripulante y jefe de campaña en los primeros viajes del legendario barco Rainbow Warrior durante los años setenta y principios de los ochenta. Su muerte supone una pérdida profunda para el movimiento ecologista global.
Entre finales de los años ochenta y principios de los noventa, Parmentier formó parte de la campaña global para proteger la Antártida, impulsada por la 'tribu' ecologista de Greenpeace, que culminó con la adopción del Protocolo de Madrid en 1991. Este acuerdo histórico supuso un freno a la explotación petrolera en el continente blanco. Aparte de su papel destacado como estratega y activista, Parmentier fue clave en la apertura de las oficinas de Greenpeace en España, Francia y varios países de América Latina. También fundó la Unidad Estratégica y Política de Greenpeace Internacional y actuó como consultor ambiental en numerosos foros internacionales. En este contexto, tuvo un papel fundamental en el impulso de la prohibición mundial del vertido en el mar de residuos nucleares e industriales, uno de los grandes éxitos del movimiento ecologista global.
Viajero incansable y apasionado por la vida marina, Parmentier residía desde hacía años en Madrid, desde donde dirigía la consultoría Grupo Varda, centrada en proyectos vinculados a la gobernanza de los océanos, la política marina, la acción climática y la lucha contra la corrupción. Hasta el final, mantuvo un compromiso activo con la defensa del medio ambiente: este mismo mes participó en la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada en Niza, y publicó un artículo con sus conclusiones justo hace una semana. En sus últimas reflexiones, insistía en que no hay que hablar de océanos en plural, sino de un solo océano: "Solo hay uno, el que nos une y nos da la vida," dejó escrito.
"Desarrolló su propio estilo de judo político"
Greenpeace ha expresado su consternación por "la impactante y repentina pérdida del defensor mundial del medio ambiente", destacando la capacidad de estrategia e influencia política. "Desarrolló su propio estilo de judo político", han afirmado. La organización ha subrayado que Parmentier consiguió hitos relevantes durante seis décadas de lucha ecologista, gracias a "el equilibrio entre aquello desagradable y aquello amable" que tanto lo caracterizaba. Por su parte, Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España y Portugal, ha remarcado que Parmentier deja "un legado vivo y urgente: seguir defendiendo un futuro justo y sostenible para las personas y el planeta".