El papa Francisco ha muerto este Lunes de Pascua a los 88 años después de unos meses en los que su salud había empeorado a causa de una neumonía bilateral que lo mantuvo más de 30 días hospitalizado. La defunción ha sido a las 07:35 horas, ha anunciado en una comparecencia desde el Vaticano el cardenal Kevin Farrell: "El obispo de Roma Francisco ha vuelto a la casa del Padre". Francisco no había participado en ninguna de las ceremonias de la Semana Santa y reapareció este Domingo de Resurrección en el balcón de la basílica de San Pedro para la bendición 'urbi et orbi'. Sentado en la silla de ruedas y con visibles dificultades para mantenerse despierto, el pontífice argentino se limitó a desear una "buena Pascua" a las personas congregadas en la plaza y cedió la palabra para leer su mensaje. El último mensaje al mundo de un Papa rompedor, histórico, en el que hizo un llamamiento a la paz en Oriente Medio e instó a las potencias mundiales a parar el rearme y a tomar las "armas de la paz: combatir el hambre y construir el futuro, en lugar de sembrar la muerte".

🔴Muere el papa Francisco, DIRECTO | Reacciones y última hora del Vaticano
 

 

Jorge Mario Bergoglio fue elegido para suceder a Benedicto XVI en el trono de San Pedro después de la renuncia del papa alemán y así, Francisco se convirtió en el primer papa latinoamericano y jesuita. Se presentó al mundo con un sencillo "hermanos y hermanas, buenas tardes", que marcaron la inauguración de una nueva etapa en la Iglesia católica. Su pontificado no ha sido singular solo por su procedencia, sino porque desde su llegada al Vaticano, Francisco dedicó esfuerzos a construir una relación más próxima con los fieles y a modernizar la institución para adecuarla al siglo XXI. La lucha contra la pederastia y los abusos sexuales en la Iglesia, la apertura progresiva a que las mujeres tengan un papel más relevante en la Curia Romana y una mayor aceptación de la comunidad LGTBI le han valido la reputación de papa progresista. Sin embargo, si algo ha caracterizado el papado de Francisco es la defensa de la paz y la fraternidad, y haber promovido una Iglesia más abierta y acogedora.

Bergoglio nació en 1936 en Buenos Aires, en Argentina, en el seno de una familia donde el catolicismo estaba muy presente. En su juventud trabajó como técnico químico en un laboratorio, pero con 22 años decidió entrar como novicio en la Compañía de Jesús. En los años siguientes estudió Humanidades en Santiago de Chile, y cuando volvió a su país natal se licenció en Filosofía, ejerció como profesor de Literatura y Psicología y cursó los estudios de Teología. En 1969, con casi 33 años, fue ordenado sacerdote, y unos años más tarde, tras completar su formación como jesuita, fue nombrado provincial de Buenos Aires, cargo que ocupó durante seis años. Durante este periodo estalló la dictadura militar en el país, y en secreto, Bergoglio diseñó una red clandestina para garantizar la salida de Argentina de opositores perseguidos por el régimen. El 1992, con 55 años, fue ordenado obispo auxiliar, y seis años después se convirtió en arzobispo de Buenos Aires. Tras una década como obispo, el papa Juan Pablo II lo nombró cardenal, y como tal, participó en el cónclave del año 2005, en el que se escogió al cardenal Ratzinger como papa Benedicto XVI. Ese año, Bergoglio también se convirtió en presidente de la conferencia Episcopal Argentina, que lideró hasta el año 2011.

Inusual humildad en el Vaticano

Sus formas de hacer como obispo y cardenal, con una gran dedicación a los colectivos más desfavorecidos y una muestra de inusual humildad, fueron un preludio de cómo sería su pontificado. Como obispo, Bergoglio rechazó la residencia episcopal y el transporte privado, en favor de un pequeño apartamento y el transporte público. Como Papa, declinó vivir en el Palacio Apostólico y se estableció en la Casa de Santa Marta, donde viven los cardenales; y asimismo, sustituyó el oro por la plata en las joyas, eligió vestirse con la sotana blanca, sin sobrepelliz y muceta roja, y cambió los zapatos rojos por unos negros. Además, Francisco optó por deshacerse del papamóvil blindado y pasear en un coche descapotado, del cual a menudo bajaba para saludar y bendecir a algunas personas. Este cambio drástico de imagen, sumado al hecho de que el nuevo papa utilizaba un lenguaje directo y comprensible en las homilías, le otorgaron una gran popularidad.

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El papa Francisco solicitó que su anillo del Pescador fuera de plata, y no de oro. Foto: Europa Press

Una Iglesia abierta a todos

El propósito de Francisco fue desde el principio construir una iglesia sinodal, entendida como una gran comunidad, donde tienen cabida todas las personas, que caminan juntas hacia Dios; y en oposición al clericalismo, que el pontífice denunció como "una forma de mundanería que ensucia y daña" la Iglesia. "No necesitamos una Iglesia paralizada e indiferente, sino una Iglesia que recoge el grito del mundo y se ensucia las manos para servirlo", reivindicó el Santo Padre en una misa en el marco de la Asamblea Sinodal en octubre de 2024. A lo largo de su papado, Bergoglio también reiteró la idea que todo el mundo —incluido él mismo— es pecador, pero que eso no impide que la Iglesia los acoja.

Aparte de las palabras, también predicó estas ideas con el ejemplo, y así, impulsó los conocidos como "viernes de misericordia", en que visitaba personas en situación de vulnerabilidad o exclusión, incluyendo refugiados, ancianos, enfermos, prostitutas, toxicómanos o presos. En este sentido, Francisco convirtió en un símbolo personal el clásico lavatorio de pies del Jueves Santo, ya que rompió con la tradición, y llevó esta acción fuera de las paredes del Vaticano, lavando los pies a 12 representantes de determinados colectivos, incluyendo también a mujeres y personas de religión musulmana.

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El papa Francisco recibe a un grupo de refugiados en el Vaticano. Foto: Oficina del Vaticano

Otra de las señas de identidad del papa argentino era su posicionamiento ante conflictos globales. Así, abogó por el fin de las guerras de Ucrania y de Gaza, denunció la muerte de inmigrantes en el Mediterráneo y reclamó acciones para parar el cambio climático. En esta línea, fue un gran defensor de la juventud como motor de cambio en el mundo, y a menudo instaba a los jóvenes a asumir riesgos, a mantener la esperanza y a luchar por causas justas, a pesar de que la sociedad quisiera amansarlos. "¡Hagan lío!", dijo en la Jornada Mundial de la Juventud de 2013 en Río de Janeiro, una frase que se convirtió en todo un lema.

Bergoglio también se mostró más abierto respecto al colectivo LGTBI, aceptando la posibilidad de bendecir parejas del mismo sexo, aunque sin equipararlo al matrimonio, o de bautizar personas transexuales. A pesar de eso, el papa se mantuvo inflexible ante la posibilidad de admitir seminaristas homosexuales, y de hecho, protagonizó una importante polémica al afirmar a puerta cerrada que ya había "demasiada mariconería".

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El papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa en 2023. Foto: Europa Press

Reconocimiento de los abusos en la Iglesia

Al llegar al trono de Pedro, el principal reto del papa fue afrontar el escándalo de abusos en la Iglesia católica por todo el mundo. Pidió perdón a las víctimas y les prometió "medidas concretas", y con este objetivo, impulsó una Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, y aprobó un protocolo único en todas las diócesis para la denuncia de abusos. Las normas aprobadas obligan a obispos, superiores religiosos y líderes católicos laicos a denunciar cualquier sospecha de abuso, y reconocen como posibles víctimas a niños y adultos vulnerables. También reformó el Código de Derecho Canónico para reconocer la pederastia como delito, castigado con la privación del oficio y otras penas.

Otro de los logros de Bergoglio fue la publicación, en marzo del 2022, de la nueva Constitución Apostólica de la curia romana, que supuso una reforma histórica del gobierno de la Iglesia, ya que contemplaba que mujeres y personas laicas pudieran ocupar altos cargos de la administración romana. Siguiendo este precepto, Simona Brambilla fue nombrada a principios de 2025 como prefecta, la primera vez que se situaba una mujer al frente de un dicasterio, como se conoce a los ministerios del Vaticano.