El arquitecto canadiense Frank Gehry ha fallecido este viernes a los 96 años. Gehry, que nació en Toronto y se trasladó a Los Ángeles cuando era un adolescente, ha fallecido en su casa, en la localidad californiana de Santa Mónica (Estados Unidos), tras sufrir una enfermedad respiratoria, según ha revelado su jefa de gabinete, Meaghan Lloyd, a The New York Times. Una de sus obras más reconocidas es el Museo Guggenheim en Bilbao, terminado de construir en 1997 y que tuvo un fuerte impacto en la ciudad vasca. Tanto que significó la transformación de una antigua ciudad industrial a una moderna "ciudad cultural" e hizo que se popularizara el término efecto Bilbao, que hace referencia a la huella que ha dejado la construcción de este edificio en la ciudad y en su población. 

 

Gehry, uno de los "diez maestros de la arquitectura moderna"

Gehry nació en Toronto (Canadá) el 28 de febrero de 1929. Hijo de inmigrantes judíos —rusa y polaca—, cambió su apellido por Gehry en 1954. Se trasladó con su familia en 1947 a California —se nacionalizó estadounidense— y estudió arquitectura en la Universidad del Sur de California. Tras hacer el servicio militar, estudió urbanismo y planificación en la Escuela de Diseño de Harvard. Abrió su estudio en 1962 en Los Ángeles, después de una breve estancia en París. Desde allí diseñó algunas de sus otras obras más representativas, como el Lou Ruvo Brain Institute, en Las Vegas (EE. UU.); el Bodega-Hotel Marqués de Riscal, en Elciego (Álava); la Casa Danzante, en Praga (República Checa); la Torre Gehry, en Hannover (Alemania); la Sala de Conciertos Walt Disney, en Los Ángeles (EE. UU.), o el Museo Experience Music Project, en Seattle (EE. UU.). Su arquitectura es impactante, realizada frecuentemente con materiales inacabados. Gehry es considerado uno de los "diez maestros de la arquitectura moderna" y es reconocido por las innovadoras y peculiares formas de los edificios que ha diseñado, lo que lo convirtió en ganador de algunos de los premios más importantes de la arquitectura mundial: del Premio Pritzker, en 1989, o el Premio Imperial Japonés, que le fue concedido en 1992.

La huella de Gehry en Catalunya

A pesar de no ser una de sus obras más reconocidas, Gehry dejó su huella también en Catalunya. En Barcelona construyó la estructura del Pez Dorado, con un estilo marcadamente abstracto, en el Port Olímpic, a los pies del Hotel Arts (1992), y que se ha convertido en uno de los símbolos de la Barcelona olímpica. También diseñó el proyecto de la Torre Sagrera, un rascacielos en el barrio de la Sagrera que finalmente quedó cancelado por el estallido de la crisis económica de 2008.