Los Mossos d'Esquadra han cerrado gran parte de la investigación sobre la muerte del empresario Isak Andic, propietario de la cadena de moda Mango, concluyendo que la caída desde 150 metros que sufrió mientras hacía una excursión con su hijo en Montserrat fue accidental. Los agentes de la policía catalana, tras meses de investigación, no han encontrado ningún indicio de criminalidad ni nada que apunte a un hecho delictivo. Se confirma así la hipótesis con la que ya trabajaban los investigadores desde un primer momento a raíz de los informes forenses de la autopsia, la triangulación de los teléfonos móviles o la declaración de su hijo primogénito Jonathan, con quien se encontraba visitando las cuevas de salnitre en Collbató (Baix Llobregat).
El caso, que lleva la Unidad de Investigación de la comisaría de Martorell, incluso fue sobreseído de manera provisional para evitar que avanzaran los plazos de prescripción judicial, pero nuevas diligencias por parte de los Mossos hicieron que el Juzgado de Instrucción número 5 de Martorell lo reabriera el pasado mes de marzo. La policía catalana ha querido agotar todas las vías posibles para esclarecer la extraña muerte del empresario y dejarlo todo atado, centrándose en todas las posibilidades, incluso en teorías de la conspiración. Las contradicciones del hijo llegaron a hacer dudar, pero una vez ha sido vuelto a interrogar en calidad de testigo, se ha comprobado que su relato era veraz. Finalmente, los Mossos han concluido que, por ahora, no hay nada que no haga pensar que, aquel fatídico 14 de diciembre, Andic cayera por el barranco de una forma que no fuera accidental. Así lo determinó la autopsia, que estableció el fuerte golpe de la caída como causa de la muerte, y los diversos indicios que se han ido recogiendo durante los meses que ha durado la investigación.
El juez debe decidir si se archiva el caso
Así pues, una vez cerrada la investigación por parte de los Mossos con la conclusión de que se trató de una caída accidental, tal como ha adelantado El Periódico, los atestados policiales se han elevado al Juzgado de Instrucción 5. En estos documentos figuran, entre otros, las diferentes declaraciones hechas por el hijo del empresario como testigo ante los Mossos d'Esquadra, la triangulación de los móviles de Andic y su hijo mayor, para poder determinar su localización exacta en cada momento antes de la caída, o el contenido del dispositivo, que tampoco ha aportado información relevante al caso que pueda apuntar hacia otra vía de investigación. Así pues, ahora será el turno del juez decidir si, como todo parece indicar, se vuelve a archivar la investigación. El caso todavía puede ofrecer sorpresas y algunas fuentes explican a ElNacional.cat que el caso, a pesar de estos informes policiales, aún tiene capítulos por escribir.