Los Mossos d'Esquadra blindarán a partir de las próximas semanas el espacio aéreo de la ciudad de Barcelona, del aeropuerto y de la zona petroquímica de Tarragona mediante cúpulas virtuales, con cámaras y antenas, para detectar e inhibir drones que supongan un riesgo para la seguridad.

Así lo han anunciado en rueda de prensa el conseller de Interior, Miquel Buch, el director de los Mossos, Pere Ferrer, y el comisario jefe, Eduard Sallent, que han precisado que este programa de seguridad aérea, denominado Kuppel, está basado en un sistema homologado por la OTAN y pretende evitar ataques terroristas cometidos con drones, su uso en el tráfico de drogas, el espionaje o el riesgo que suponen si sobrevuelan infraestructuras críticas.


La previsión con que trabajan los Mossos es que este proyecto, que cuenta con un presupuesto inicial de 400.000 euros, empiece con la instalación de las primeras cámaras y antenas -en total se utilizarán una vigésima- en puntos altos de la ciudad de Barcelona durante la primera quincena de este mes de julio, y que en agosto ya esté plenamente operativo en la capital catalana, la primera gran ciudad europea que dispondrá de un sistema parecido.

Cámaras con inteligencia artificial

Posteriormente, en agosto se instalarán las cámaras en el Delta del Llobregat -por el aeropuerto de Barcelona- y al Campo de Tarragona -las petroquímicas, el puerto y el aeropuerto-, para que estén plenamente operativas en septiembre. Las cámaras, con un funcionamiento parecido a los radares, se activarán al detectar un objeto no tripulado volante a una altura de hasta 300 metros, y mediante la inteligencia artificial detectará si supone un riesgo por hacer un seguimiento de su ruta, mediante triangulaciones, para llegar a la persona que lo dirige desde el suelo.

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Drones de los Mossos d'Esquadra. Foto: ACN

A lo largo del 2019 y del primer trimestre de este año los Mossos d'Esquadra han detectado cerca de 900 incidentes vinculados al uso de drones, los propietarios de los cuales se enfrentan a sanciones relacionadas con la ley de seguridad ciudadana -a partir de 600 euros- y de la normativa administrativa en el ámbito de seguridad aérea, con multas de entre 3.000 y 300.000 euros.

Una cúpula de protección aérea

Las cámaras y antenas configurarán una especie de cúpula de protección aérea, mediante la detección y geolocalización de estos aparatos de vuelo no tripulados y, en caso de riesgo, equipos sobre el terreno activarán inhibidores para que no puedan seguir volando. También permitirán grabar el vuelo e identificar el modelo y fabricante del dron, por tener toda la información que permita sancionar a la persona que lo utilice infringiendo las normas.

El proyecto Kuppel permitirá a la policía catalana garantizar la inmunidad aérea en los entornos de mayor riesgo. El sistema también tiene como objetivo evitar la perpetración de ataques terroristas mediante drones, ya que en las zonas blindadas por las cúpulas virtuales se detectaría en el instante el dron y se podrían activar en los equipos de inhibición.

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El conseller Miquel Buch, el director de los Mossos, Pere Ferrer, y el comisario jefe, Eduard Sallent, con un técnico que enseña un inhibidor de drones. Foto: ACN

Sallent, ha destacado que el proyecto Kuppel tiene tres elementos clave: prevenir ilícitos administrativos o penales, tener capacidad de respuesta a través de la identificación y disponer de capacidad de inhibición ante la amenaza terrorista o para la seguridad.

No se grabará a los ciudadanos

Por su parte, Ferrer ha precisado que las cámaras únicamente se enfocarán al cielo, de manera que no grabarán a los ciudadanos, ha detallado que las antenas se ubicarán en zonas altas de la ciudad para facilitar la geolocalización por triangulación y ha garantizado que no emiten ningún tipo de radiación ni señal.