El militar francés que fue detenido cuando se disponía a entrar a la Sagrada Familia con munición en la mochila ha sido puesto en libertad. La decisión la ha tomado el magistrado del juzgado de Instrucción 21 de Barcelona, en calidad de guardia, después de entender que el hombre no suponía ningún tipo de amenaza y descartar una posible motivación terrorista.

El cabo del ejército de Francia -que se encontraba en la ciudad de turismo con su pareja- tendrá que presentarse en un juzgado de su localidad de residencia a de forma periódica y magistrado mantiene la causa abierta por tenencia ilícita de armas.

Los hechos se produjeron este lunes, cuando el militar intentó entrar a la Sagrada Familia con cinco cargadores de munición y varias armas blancas en una mochila. El control de seguridad de la Basílica interceptó a la pareja y alertaron la unidad de Mossos d'Esquadra de que guarda uno de los accesos del centro. Toda la operación se produjo con cautela con el fin de no desatar el pánico entre los visitantes.

La policía encontró en el coche del hombre un arma para la cual no tenía permiso de uso y se procedió a arrestar al cabo por tenencia ilícita de armas. El militar colaboró en todo momento y defendió desde el comienzo de la investigación que se trataba de un malentendido y que formaba parte de las fuerzas armadas francesas.

Según ha confirmado esta mañana el mismo conseller d'Interior, Miquel Buch, los Mossos "no dan mucho fundamento" a la posibilidad de que pueda suponer un peligro real.