Miles de ciclistas se han congregado este sábado en la ciudad de Rubí en una marcha reivindicativa para reclamar más seguridad en las carreteras y, al mismo tiempo, homenajear a los ciclistas del Club Ciclista Rubí muertos en el atropello múltiple del 21 de agosto en Castellbisbal.
El pasado 21 de agosto, un conductor con el permiso de conducir retirado atropelló a un grupo de ciclistas que circulaba por la C-243 a la altura de Castellbisbal. Concretamente, en la embestida murieron dos de los ciclistas, Miguel Moya y José Maria de la Torre, y tres más resultaron heridos.
Pues bien, según la organización, al menos 4.000 ciclistas han circulado por Rubí a paso lento para recordar a Miguel Moya y Jaime de la Torre. Quien los recuerda bien es Raimon Salvat, uno de los compañeros de las víctimas. Él cree que, aunque la convivencia en la carretera tiene que ser "posible", la sociedad ha llegado tarde en el camino de la educación en valores cívicos y convivencia. "Sólo queda el camino punitivo", comenta. En esta línea, Salvado exige un endurecimiento de penas contra los conductores homicidas que "desprecian la vida".
Por otra parte, el presidente de la Federación de Ciclismo de Catalunya, Joaquim Vilaplana, exige cambios legislativos "contundentes" para salvaguardar la vida de los ciclistas. "¿Cuántas muertes más hacen falta para que haya una reacción"?, se pregunta. También asegura que hacen falta cambios en el ámbito legislativo a fin de que los ciclistas puedan seguir saliendo a la carretera a disfrutar de la bicicleta.
Así pues, desde la Federación de Ciclismo de Catalunya piden la aplicación de "criterios ciclistas" para circular con seguridad por vías y espacios públicos, reforzar la educación vial, más controles para que los "conductores homicidas" no puedan seguir circulando, leyes más justas y proporcionales y el apoyo de jueces y fiscales para actuar con contundencia ante casos como el de Castellbisbal.
A su vez, la alcaldesa de Rubí, Ana María Martínez, asegura que "hace falta endurecer las penas para que haya un efecto disuasivo". Y desea que el colectivo ciclista no se tenga que volver a encontrar en torno a una desgracia. Y lo ha remachado pidiendo más "humanidad y sentido común" para que nadie ponga en riesgo la vida de los otros.
El Club Ciclista Rubí también ha defendido la bicicleta como algo más que un deporte y reivindica su uso como medio de transporte sostenible y respetuoso con el medio ambiente. "Potenciar su uso es un reto para la sociedad", asegura el miembro del club Raimon Salvat.
Dos semanas después de la tragedia, el colectivo de ciclistas de Catalunya se ha volcado en el homenaje que les ha dedicado la ciudad de Rubí. Más de 4.000 bicicletas han rodado por Rubí en una marcha lenta por el centro de la ciudad para expresar su apoyo "unánime" a las familias de las víctimas y pedir más derechos para los ciclistas.