Por primera vez en casi cincuenta ediciones, el tradicional canto de habaneres de Calella de Palafrugell no culminará con El meu avi, aplazada después de que el documental Murs de silenci relacionara su a compositor, Josep Lluís Ortega Monasterio, con una posible explotación sexual de menores. "Dijimos que reflexionaríamos sobre si había que renovarlo y consideramos que toca". El ayuntamiento ha tomado esta decisión sin ofrecer más detalles, y ha anunciado que el tema será sustituido por tres piezas clásicas de la habanera —Mariner de terra endins, La bella Lola y La gavina— "en homenaje a compositores vinculados al municipio". La cantada, que tendrá lugar el próximo 5 de julio, reunirá los grupos Neus Mar, Peix Fregit, Port‑bo y y Terra endins, y marcará un punto de inflexión en la tradición local.
La decisión del gobierno socialista de Palafrugell llega después de la controversia desencadenada por la emisión del polémico documental, que señala a Ortega Monasterio como vinculado en una red de clubs con explotación sexual de menores. "Hemos decidido renovar el canto final; llevamos cerca de 60 años de Cantada de'Havaneres y es el momento de dejar paso a un repertorio nuevo", ha argumentado la alcaldesa, que matiza que la canción no queda prohibida. Según Millán, no se descarta recuperar El meu avi en futuras ediciones, y tampoco se impedirá a los grupos interpretar piezas del mismo autor si así lo deciden.
"Una gran injusticia"
La familia de Ortega Monasterio ha respondido con contundencia a la decisión del gobierno municipal, que consideran "una gran injusticia". En un comunicado, lamentan que "después de 58 años de tradición, el Ayuntamiento de Palafrugell haya decidido romper con una práctica que forma parte del patrimonio del pueblo catalán". También denuncian que la decisión se toma a pesar de la existencia "de un procedimiento judicial en curso contra los responsables del documental por sus manipulaciones y falsedades", y recuerdan que la demanda ha sido admitida a trámite. "Nos preocupa enormemente que una institución pública como un ayuntamiento vulnere derechos fundamentales como la libertad y la presunción de inocencia, sin esperar a la resolución judicial", añaden.
Asimismo, la familia de Ortega Monasterio ha querido destacar el significado histórico y cultural de El meu avi, una pieza que, recuerdan, se convirtió en "un himno catalán gracias, en parte, a su sentimiento catalanista durante los últimos años de la dictadura franquista". Sorprendidos que una canción que acababa con "Visca Catalunya, visca el català" superara la censura de aquella época, denuncian que ahora, casi medio siglo después, "un ayuntamiento decida censurarla". En defensa de Josep Lluís Ortega Monasterio, aseguran que el autor ya se defendió en vida de las mismas acusaciones y que demostró que respondían a "una venganza de militares reaccionarios" por su perfil democrático y progresista. "Su único delito fue ser un militar revolucionario", apuntan.
"Lamentamos profundamente que un municipio como Palafrugell, que defiende la democracia, el progresismo, la justicia y la cultura catalana, no haya respetado la existencia de un procedimiento judicial en curso ni el principio de presunción de inocencia, que tiene que prevalecer por encima de todo", concluyen en el comunicado.