La manifestación de rechazo a los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils bajo el lema No tinc por se ha convertido en un vía crucis para el rey Felipe VI y el presidente español, Mariano Rajoy, que han sido recibidos con una sonora pitada que no los ha abandonado en todo el recorrido. La marcha ha transcurrido sin más incidentes y, según la Guardia Urbana, ha reunido a medio millón de personas que han extendido por el centro de la ciudad su contundente clamor contra el terrorismo.

Las autoridades se han incorporado a la marcha a partir de la calle Casp, una travesía por encima de la plaza Catalunya, donde estaba instalado el escenario y se han hecho las intervenciones. La mayor parte de los políticos venidos de Madrid o del resto del Estado se han ido incorporando a este punto en autocares. La llegada de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, con miembros del ejecutivo español ha recogido la primera pitada de la tarde.

A partir de aquí se han ido sucediendo y se ha intensificado cuando ha llegado al presidente español y, posteriormente, el monarca, que acompañados del president, Carles Puigdemont, y la alcaldesa, Ada Colau, se han incorporado a la marcha. Una vez se ha iniciado el recorrido, las pitadas y los gritos de "fuera, fuera" se reproducían cada vez que las pantallas gigantes recogían la imagen del Rey.

La bronca ha provocado una evidente incomodidad del plantel político español. Y, de hecho, la manifestación ha acabado antes del previsto. Esto no le ha ahorrado al Rey una última y sonora pitada cuando ha abandonado la plaza, junto con el resto de autoridades.

Tanto la CUP como un muy numeroso grupo de entidades vinculadas al tejido asociativo catalán y organizaciones no gubernamentales habían expresado su protesta por la presencia del rey en el acto. Lo acusan de connivencia con el régimen de Arabia Saudí, al cual responsabilizan de actuar como inspirador doctrinal y fuente de financiación del terrorismo yihadista.

 

Las entidades, más de 170, presentaron ayer un manifiesto de protesta y esta tarde, a las 16 horas, han protagonizado una concentración de rechazo. Asimismo han pedido a los asistentes a la manifestación que vistieran camisetas azules para mostrar la oposición a la presencia del monarca.

También durante la marcha han conseguido desplegar una inmensa pancarta con el lema "Vuestras políticas, nuestras muertes" donde aparecía la imagen del Rey con Rajoy y el monarca saudí en un extremo y del conocido como "trío de las Azores", el exprimer ministro Tony Blair, el expresidente americano George Bush, y el expresidente español José María Aznar, en el otro.

Esta inmensa pancarta azul iba justo detrás del encabezamiento y ha desfilado alta, con lo cual aparecía como fondo de la imagen del rey. Muchos de los manifestantes, además, llevaban carteles de protesta, distribuidos por las entidades, con lemas como "Mariano, queremos paz, no vender armas" o "Imagina un país que no venda armas".

Tampoco la reivindicación independentista ha estado ausente de la marcha. Desde sectores independentistas se había pedido no llevar esteladas, o bien añadir un crespón negro. Sin embargo, en el primer tramo de la manifestación eran perfectamente visibles grandes banderas independentistas. También había enseñas españolas, algunas de ellas distribuidas en paradas del PP. Igualmente, Sociedad Civil Catalana ha participado con su pancarta.

Jardines Pequeños de Gracia

La manifestación ha arrancado a las seis de la tarde en los Jardinets de Gràcia en dirección a la Plaza Catalunya, recorriendo el paseo de Gràcia. Precisamente, para evitar el malestar por la presencia del rey y del gobierno español, se había decidido ceder el encabezamiento a las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencias que respondieron a los ataques, así como a taxistas, hoteleros, vecinos y comerciantes. Todos ellos abrían la manifestación con una única pancarta con el lema No Tinc Por.

En la siguiente fila, iban los políticos, encabezados por el rey, los dos presidentes, con los respectivos gobiernos y la alcaldesa, además de los presidentes autonómicos y representantes de los partidos estatales y catalanes.

Esta ha sido la primera vez que el Rey ha participado en una manifestación desde que ocupa el trono. Acudió a la concentración convocada después de los atentados del 11-M en Madrid, acompañado de las infantas, pero entonces era Príncipe de Asturias. El monarca, que ya estuvo en la plaça Catalunya para participar en el minuto de silencio en protesta por los atentados, no confirmó hasta el jueves por la noche su asistencia.

El acto se ha cerrado con la lectura de un manifiesto, a cargo de la actriz Rosa Maria Sardà y de Míriam Hatibi, portavoz de la fundación Ibn Battuta. "Hemos demostrado que somos una sociedad solidaria y con la determinación de vivir en paz y en comunidad", asegura el texto que añade: "No consentiremos que nos humille ni que nos venza el terrorismo. Porque cuando ellos golpean nos encuentran más unidos que nunca en la defensa insobornable de la Libertad y la Democracia desde nuestra diversidad de culturas y creencias".

El punto y final lo ha puesto el texto de Federico García Lorca sobre la Rambla y el de Josep Maria de Sagarra, así como la interpretación del Cant dels Ocells a cargo de Guillem Gràcia y Peter Thiemann, mientras en la pantalla se proyectaban imágenes de los ciudadanos después de los atentados,

El fondo del escenario era una imagen creada por Frederic Amat y la decoración floral se ha hecho a cargo del Gremio de floristas de Barcelona. El Gremio ha repartido, además, entre los participantes 50.000 rosas rojas, 10.000 amarillas y 10.000 blancas, los colores de Barcelona, en 18 puntos atendidos por los voluntarios de Òmnium Cultural i ANC.

Ripoll, donde vivían los terroristas, también ha salido a la calle esta tarde. El acto ha sido muy emotivo y ha intervenido la hermana de Moussa Oukabir, unos de los terroristas muertos en Cambrils.

La manifestación central de Barcelona ha sido precedida de otros actos en rechazo de los atentados celebrados en varios puntos del país.

En Lleida, Reus y Tortosa las comunidades islámicas han marchado por las calles este sábado. En Mollerussa, la plaza del Ayuntamiento ha sido el escenario de la concentración, convocada por la Junta de Musulmanes del Pla d'Urgell. Ha asistido un centenar de personas, que han observado un minuto de silencio.

El imán de la mezquita de Mollerussa ha dicho que los atentados van contra el espíritu del islam. "No nos representan. Somos gente de paz", ha añadido. Al acto han participado musulmanes de toda la comarca con carteles contra el terrorismo.

La Asociación Islámica de Valls ha reunido a unas 400 personas en la plaza del Patio. Al acto ha participado al imán de la villa, que ha insistido: los autores de los atentados "no representan la religión musulmana".

Cambrils salió a la calle el sábado por la noche. Unas 16.000 personas se reunieron en rechazo del terrorismo y homenaje a las víctimas con el lema "Todos somos Cambrils". La marcha llegó hasta el lugar donde se produjo el atentado, donde se hizo un reconocimiento a los cuerpos de seguridad y de emergencias que intervinieron.