Las familias de los jóvenes de Altsasu recurrirán la sentencia de la Audiencia Nacional que condena a sus hijos apenas de entre 2 y 13 años de prisión por la agresión a dos guardias civiles. Aunque la condena es por desórdenes públicos y no por terrorismo, como mantenía la fiscalía, los padres y madres de los chicos consideran que es una "barbaridad". En una rueda de prensa que ofrecieron ayer tarde, las familias tildaron la sentencia de "revancha" y destacaron que tiene "una clara intencionalidad de generar dolor".

En medio de aplausos y gritos que reclamaban la puesta en libertad de los condenados, Isabel Pozueta, una de las madres manifestó que "están mucho dolido pero que seguirán adelante" y ha instado a la sociedad a salir a la calle para decir que "ya hay lo suficiente".

Pozueta denunció "la utilización de nuestros hijos con una intencionalidad política" y consideró que "no es casualidad" que la sentencia se hubiera conocido ayer, el mismo día que se aprobaba la moción de censura contra Mariano Rajoy.

Las familias también han denunciado que "sabiendo que la acusación de terrorismo quedaría en uno nada", el proceso se trasladó a la Audiencia Nacional, porque "las penas serían más duras". También han pedido a los partidos políticos que se interesen por el caso y que les escuchen "sin prejuicios" ahora que no hay condena por terrorismo.

Los jóvenes de Altsasu han sido condenado por delitos de atentado a agentes de la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y amenazas. Se ha descartado el delito de terrorismo porque el tribunal considera que no ha sido acreditada esta finalidad.

Concentraciones de protesta

Centenares de personas se manifestaron ayer tarde en la localidad de Altsasu para mostrar su rechazo a la sentencia y para denunciar que se trata "de un montaje policial". Por las calles de la localidad se desplegaron grandes pancartas que recuerdan a los condenados y piden la libertad.

Se ha anunciado una manifestación de protesta el 16 de junio en Pamplona