El conseller de Interior, Jordi Jané, ha señalado este jueves que los gobiernos ya no pueden concebir la gestión de las emergencias sin las redes sociales y que su acción comunicativa tiene que estar dirigida por el "rigor y la contribución a la seguridad colectiva". Así y todo ha alertado del "efecto perverso" que pueden tener las redes ante una emergencia: "Hay a quien primero hace la foto antes de llamar al 112".

Jané ha defendido que los responsables de seguridad no lo expliquen todo porque serían "ingenuos" e "irresponsables".

"No podemos dar una información a la ciudadanía que, con ánimo de transparencia total, comportara al final que el valor de la seguridad colectiva quedara menoscabado", ha justificado el conseller en la inauguración del "Simposio internacional en social media, seguridad y emergencias".

También ha apuntado que todavía existe la "brecha digital" que impide el acceso a estas redes por parte de colectivos de ciudadanos, como por ejemplo los ancianos, que también tienen derecho a ser informados.

Exceso de transparencia en las redes

El conseller de Interior ha considerado que la voluntad de transparencia no puede poner en riesgo la seguridad y ha puesto el ejemplo de un operativo para detener a un fugitivo, del cual mucha gente puede ser testigo e informar por redes sociales, pero que si oficialmente se revelara el objetivo "conculcaría la eficacia de seguridad".