Cambio de criterio del Departamento de Educación. Después de la prohibición del uso de los teléfonos móviles en escuelas e institutos que aprobó en mayo la consejería que dirige Esther Niubó, a partir de ahora se aplicarán algunas excepciones y habrá más permisividad en determinadas circunstancias: los alumnos podrán hacer uso de sus dispositivos en colonias, viajes de fin de curso, estancias en el extranjero u otros intercambios. El Departamento ha hecho llegar a los centros un documento en el cual se explicitan estas excepciones, tal como ha avanzado este jueves El Periódico. Por otra parte, como ya se había anunciado, los alumnos con enfermedades —como los alumnos diabéticos que lo requieran por motivos médicos, por ejemplo— o necesidades educativas especiales podrán hacer uso si lo necesitan, caso por caso. Esta flexibilización de las restricciones tranquilizará a las familias que habían expresado su inquietud por poder estar en contacto con sus hijos durante las estancias en el exterior y colonias.

La prohibición del uso del teléfono móvil y los relojes inteligentes en toda la etapa obligatoria, primaria y ESO, ha entrado en vigor este curso, siguiendo unos criterios que Educación denominó "plan de digitalización responsable". La norma establece que son los centros los que deben poner a disposición de los alumnos los dispositivos tecnológicos que sean necesarios para alcanzar la competencia digital en la aplicación de situaciones de aprendizaje que así lo requieran. Esta prohibición de las pantallas, una reclamación de buena parte del colectivo docente y de muchos centros desde hace tiempo que se aprobó tras el pronunciamiento de un comité de expertos, aplica tanto al horario lectivo como al no lectivo. Afecta, por tanto, también al servicio de acogida, las entradas y salidas del centro, los ratos de recreo, la pausa del mediodía en los espacios de comedor, otros espacios como el transporte escolar, y las actividades extraescolares y complementarias en las que participen alumnos de infantil a secundaria. En caso de que un alumno lleve un dispositivo móvil al centro, este debe estar apagado y "guardado en un lugar seguro, que debe determinar el centro".

Que el alumnado se responsabilice de sus móviles

En cuanto a la educación postobligatoria —excluyendo los ciclos de grado superior, la enseñanza de idiomas, los artísticos superiores y la formación de adultos—, Educación decretó que el alumnado debe "responsabilizarse" de sus dispositivos móviles y seguir las normas de cada centro "en el marco de la buena convivencia del centro y el respeto a los derechos fundamentales y de protección de datos". Durante las actividades lectivas, su uso "debe vincularse a las actividades de aprendizaje", es decir, cuando el profesor lo pida para alguna actividad educativa determinada. El texto normativo de Educación estableció también la necesidad de promover el debate de los teléfonos móviles en la comunidad educativa antes de que el consejo escolar del centro apruebe el cambio de normas de organización y funcionamiento. Estas normas deben recoger también la aplicación de faltas y medidas correctoras cuando no se siga la normativa establecida.