El accidente de un avión de carga en Kentucky ha dejado al menos siete muertos, aunque se espera que la cifra aumente. Los hechos han tenido lugar este martes en el aeropuerto internacional de Muhammad Ali de Louisville (Kentucky), cuando el vuelo 2976 de UPS con destino a Honolulu (Hawái) se estrellaba después de haber alcanzado solo 55 metros de altura. El siniestro ha provocado un incendio de grandes dimensiones y ha dejado imágenes impactantes, que han circulado por las redes sociales mostrando columnas densas de humo negro que se elevaban hacia el cielo muy cerca del aeropuerto. Según el portavoz de las instalaciones, Jonathan Biven, más de una decena de personas han resultado heridas.
Las razones del desastre continúan sujetas a investigación. Por ahora, lo que se sabe es que a bordo del avión viajaban tres tripulantes y que el accidente ha tenido lugar hacia las 17.15 horas (las 23.00 en Barcelona), de acuerdo con las informaciones difundidas por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, en inglés). Además, la aeronave se ha estrellado contra unas grandes instalaciones de la compañía de envíos y logística UPS, provocando un incendio. Louisville alberga el principal centro de operaciones aéreas de UPS, donde la empresa alberga 291 aviones.
"Las noticias que llegan desde Louisville son duras, ya que el número de víctimas mortales asciende a al menos siete y se espera que la cifra aumente", ha señalado el gobernador, Andy Beshear, que ha asegurado que los equipos de emergencia que se han desplegado allí "trabajan sin descanso para extinguir el incendio". Beshear ha descrito lo sucedido como "catastrófico", y ha advertido de un posible impacto ambiental en la zona, donde hay una empresa de reciclaje de petróleo y otra de recambios para automóviles.
En el lugar de los hechos las autoridades han desplegado equipos de bomberos para controlar las llamas desatadas cerca de Louisville, que permanecerá cerrado como mínimo hasta las 7.00 horas (las 13.00 en Barcelona) de este miércoles. Es por ello que se han registrado decenas de vuelos retrasados hasta que la situación en la pista esté bajo control. Por su parte, el Departamento de Policía Metropolitana de Louisville ha ordenado el confinamiento de todos los residentes en un radio de unos ocho kilómetros.
