No todos los cadáveres tienen nombre y apellidos desde el primer minuto. Por el avanzado estado de descomposición, aunque todo parezca indicar que el cuerpo encontrado sin vida pueda ser de una persona, hay que certificarlo de manera oficial, sea con las huellas digitales o el ADN. Cuando el estado del cuerpo no lo permite hacer a simple vista, los Mossos d'Esquadra tienen varias opciones para hacerlo, siempre que se tenga alguna sospecha de quién puede ser. A eso se dedica el Grupo de Antropología Forense de los Mossos d'Esquadra, un equipo central, con sede en Egara, que se encarga de dar apoyo a las regiones policiales en la identificación plena de cadáveres.

La mayoría de los casos que llegan a la mesa del sargento Barros son cadáveres de personas que son encontradas sin vida después de días de su muerte, de accidentes de tráfico o de personas abandonadas en la vía pública. En un pequeño bote de plástico, el equipo recibe los dedos de la persona muerta que hay que identificar. Según el estado del miembro amputado, hay que rehidratarlo con el fin de volver a hacer visibles las crestas de las marcas, personales e intransferibles, de las huellas dactilares.

Si el estado de conservación es muy precario, incluso han diseñado una solución pastosa, con amoníaco, que permite resaltar las marcas. El proceso, según el dedo, puede alargarse durante días, pero hay pocos que se resistan. Al final, consiguen una foto que permite identificar las marcas y poder relacionarlas con las de la persona que se cree que es el cadáver con el fin de identificarlo plenamente, tal como explica el mismo sargento en este reportaje en vídeo a ElNacional.cat.

No siempre se puede identificar un cadáver

Pero no siempre es posible identificar el cadáver. Solamente se puede hacer si se tiene la sospecha de que el cuerpo sin vida es de una persona concreta. Los Mossos pueden pedir a la Policía Nacional la ficha del DNI con el fin de comparar-lo con las huellas recuperadas. La identificación se complica, y se puede hacer imposible, si nadie sabe quién puede ser la persona encontrada muerta. Si nunca ha sido detenido, las huellas recuperadas no se pueden comparar con nada y el cuerpo quedará, para siempre, como No Name, sin poder ser identificado.

La actual legislación española no permite a los cuerpos policiales hacer consultas abiertas contra toda la base de datos de las fichas del DNI para buscar coincidencias con las huellas de una persona para identificar. En caso de que la persona haya sido detenida por cualquier policía del Estado, sí que saltaría, y se podría llegar a poner nombre y apellidos al cadáver, pero si no, es imposible.

Decenas de cadáveres para identificar

Este proceso de recuperación de huellas dactilares permite a la policía la identificación de un gran número de los cadáveres de una forma barata y ágil. Se evita, de esta manera, tener que optar por hacer pruebas de ADN. Estas pruebas son mucho más caras, más complicadas y también necesitan poder ser comparadas con el ADN de algún familiar de la persona que se cree que es el cadáver sin identificar. Cada mes llegan una veintena de cadáveres para identificar, la mayoría de personas encontradas sin vida en su casa, hechos que han sufrido un repunte los últimos meses por culpa de la pandemia de coronavirus.

Pero antes de la pandemia también había casos. El sargento pone de relieve el gran número de personas mayores que mueren solas en su casa y que no son encontradas por la policía hasta que han pasado días o semanas.

A pesar de estas técnicas del Grupo de Antropología Forense de los Mossos d'Esquadra, en Catalunya hay casi 90 cuerpos por identificar. Sin sospecha de quiénes son, las huellas no sirven de nada, ni tampoco las pruebas de ADN sin base con qué compararlas. Entre los cuerpos sin vida que no tienen nombre hay ocho bebés muertos de manera criminal.