El responsable de la Unidad Antiterrorista de la Guardia Civil, el teniente coronel Francisco Vázquez, ha reconocido errores en la detección de la célula terrorista que perpetró los atentados de Barcelona y Cambrils ahora hace un año. Según unas declaraciones que ha hecho a TV3, Vázquez ha admitido errores en el sistema y también en el hecho de que los terroristas tuvieran acceso a comprar explosivos.

Además, el teniente coronel también ha asegurado que el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, no estaba identificado como una amenaza por ningún cuerpo, ni policial ni de inteligencia, en el momento del ataque terrorista. Al mismo tiempo, también ha reconocido que Es Satty formó parte de los archivos de la Guardia Civil para saber si sufría un "proceso de radicalización", es por eso que recibió visitas de la misma Guardia Civil y del CNI cuando estaba en la prisión de Castelló.

Concretamente, Vázquez ha aceptado que el error más grave fue que no "llamara la atención a los que tienen que vigilar este tipo de conductas que eso estaba "pasando". Y ha afirmado que el mismo 17 de agosto, en la reunión de la mesa de evaluación de la amenaza terrorista se descartó cualquier posibilidad de atentado inminente, ya que no había información que lo hiciera pensar.

Buen papel de los Mossos d'Esquadra

Vázquez no sólo ha reconocido los errores en la detección de la célula terrorista de Ripoll, sino que también ha remarcado la gran colaboración que hubo entre los diferentes cuerpos policiales que intervinieron en los atentados. De hecho, el teniente coronel ha remarcado el buen papel de los Mossos d'Esquadra durante las horas y días posteriores al ataque terrorista.

Además, ha recordado que a los Mossos no se les puede pedir más responsabilidad que a la Guardia Civil, la policía española o el CNI.