La epidemia de gripe de este año ha causado 157 muertes en Catalunya, de los casi 1.300 casos que han requerido hospitalización. Según los datos del Departamento de Salud, el 68,8% de los enfermos no estaban vacunados.

La epidemia de esta temporada ha sido de intensidad moderada y ha contado con dos picos. El primero fue la última semana de Navidad, y el segundo – y máximo- la tercera semana del año. Este año se han administrado más de 1 millón de vacunas, con especial cobertura en las embarazadas, hasta el 22%, y profesionales sanitarios, hasta el 24%. Sin embargo, la vacunación ha bajado en pacientes crónicos y los mayores de 64 años.

Este invierno, la mortalidad del virus ha sido del 12% en los casos graves, una proporción menor que la de la temporada anterior, en que sólo se registraron 601 casos graves, pero hubo 90 defunciones.

Durante la temporada 2017-2018, la gripe ha alcanzado una tasa de incidencia de 413,26 casos por cada100.000 habitantes y globalmente ha sido moderada, a diferencia de la anterior temporada, en qué fue leve. Por este motivo, se han dado más del doble de casos graves que ha requerido hospitalización y que se cifran en 1.298. De estos, el 12% han muerto, una tasa ligeramente más baja que el año anterior, que fue del 14,9%. La mortalidad de este año se pone al nivel de la temporada 2010-2011 o la 2014-2015.

Por este motivo, la directora de Atención Sanitaria del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) de la Generalitat, Cristina Nadal, ha afirmado que hay que poner énfasis en qué ''la vacuna es la única herramienta para proteger'' y cree que hablar ''de la poca protección que daba este año la vacuna'' ha disuadido los pacientes crónicos, por ejemplo. Por Navidad ''eso no es deseable'' porque a pesar de la cobertura que resulte de la vacunación, en población de riesgo ''estar vacunado siempre es mejor que estarlo''.