Más de 300 personas, la mayoría de Catalunya, denuncian graves defectos estructurales en los pisos alquilados por Anticipa. Esta empresa ―que gestionó los activos inmobiliarios de CatalunyaCaixa después de la quiebra de la entidad bancaria― comercializa una parte de los inmuebles que tiene en propiedad el fondo inversor Blackstone a través del portal Alquilovers. Humedades, escapes de agua, vitrocerámicas inservibles, calefacción estropeada o mobiliario carcomido son algunos de los problemas que los nuevos inquilinos aseguran que se encuentran al cabo de poco tiempo de acceder en las viviendas.
"No pagar fue mi forma de protesta", explica Bibiana Vidal, una vecina de Calafell de 49 años con problemas de movilidad. La primera vez que entró por la puerta de su nuevo apartamento se lo encontró completamente inundado. Esta fue la primera de un total de 55 incidencias a las que tuvo que hacer frente. Vidal tampoco recibió nunca la llave de la portería ni del parking que ―como el resto de vecinos― había pagado con el alquiler del piso. Además, tuvo que convivir con humedades diversas, sin calefacción ni aire acondicionado durante al menos un año.
Ante "las negativas y constantes evasivas" por parte de Anticipa para hacerse cargo de la reparación de los desperfectos, Bibiana Vidal creó en julio del 2016 una de las plataformas de afectados todavía activas. Desde entonces, centenares de personas han dejado constancia de su experiencia con los pisos comercializados a través de Alquilovers. "Hemos impedido que mucha gente pase por lo mismo que nosotros", explica la vecina, en referencia a las múltiples muestras de agradecimiento de personas que ―almenos― se lo pensaron dos veces antes de firmar el contrato con la empresa.
El portal Alquilovers tiene una gran presencia en las redes sociales y su gran reclamo es que el cliente no tiene que pagar comisiones de agencia y que el precio ya incluye los gastos fijos de comunidades y el impuesto sobre bienes inmuebles. Para poder acceder al piso, los inquilinos tienen que presentar extractos bancarios de su cuenta corriente y algún comprobante que confirme que tienen un contrato laboral en vigor y tienen que dar de alta la luz y el agua.
Tres meses sin agua caliente ni calefacción
Otra de las afectadas es Alicia Ríos. Esta joven asegura que estuvo casi tres meses sin agua caliente ni calefacción. "Un perito nos confirmó que la vivienda era inhabitable", explica Ríos, que compartía una casa en Vallirana con dos personas más. Entre la reparación de la caldera y arreglar los desperfectos causados por varios escapes de agua y otras incidencias, la joven dice que se ha gastado más de 2.500 euros de su bolsillo.
Las reparaciones incluidas en el contrato van a cargo de Caser Seguros, que contrata empresas más pequeñas para realizar el trabajo. Los afectados denuncian la lentitud de las gestiones, ya que los técnicos no pueden arreglar ninguna avería hasta que se apruebe el presupuesto y reciban el pago por parte de la compañía arrendadora. También aseguran que en algunos casos ni Alquilovers ni Anticipa han querido responsabilizarse de los desperfectos, alegando que el contrato no cubre este tipo de afectaciones porque no son esenciales para la habitabilidad, hecho que obliga a los inquilinos a pagar las reparaciones.
Además de los desperfectos, varios arrendatarios se han visto obligados a saldar antiguas deudas con la comunidad o a pagar hasta 800 euros para poder dar de alta los suministros. En la mayoría de casos, ni el portal ni el gigante empresarial se han hecho cargo de estas cantidades no pagadas, según explican los afectados.
Desahucio por impago
Ante esta situación algunos inquilinos han decidido reclamar la cantidad extra abonada e incluso se han negado a seguir pagando el alquiler hasta que la compañía se hiciera cargo de la deuda. La mayoría de los casos han acabado con una demanda de desahucio por impago, según los afectados. Para evitar este extremo, algunos de los arrendatarios han optado por aceptar el ultimátum que presuntamente les ofrece Anticipa a través de "gestores autorizados" como Adgest-Managers o Wallner Group, una empresa que se dedica a "recuperar inmuebles": dejar el piso en un periodo ligeramente superior a las dos semanas a cambio de la condonación total de la deuda.
Míriam Duran es una de las afectadas que más se ha implicado en la causa. Esta madre de 42 años alquiló con sus dos hijas menores un piso en Santa Coloma de Gramanet con Alquilovers. El sueldo que ganaba trabajando en un comedor social no fue suficiente para cubrir los casi 400 euros que tuvo que pagar para poder dar de alta los suministros y los gastos de los múltiples desperfectos de la casa. "Con lo que nos cobraron fuimos a la quiebra todo el mes. Estos pisos no tendrían que alquilarse de esta manera", señala Duran.