El Departament d'Educació estudia el impacto del incremento del IPC y del convenio laboral del sector del ocio para determinar el margen de decisión en una posible repercusión de la subida del precio máximo de comedor. Es lo que confirman a ElNacional.cat fuentes de la conselleria de Josep Gonzàlez-Cambray, en un momento en que los precios aumentan: desde las materias primas hasta los productos de los supermercados, pasando por la gasolina y los distribuidores. El caso es que esta inflación que sufre la economía catalana se podría traducir en un encarecimiento para la distribución de comida para las escuelas, y eso podría obligar al Govern a hacer una maniobra complicada: aumentar el precio máximo de los comedores escolares en los centros públicos del sistema educativo catalán.

Tal como ha avanzado el TOTBarcelona, el precio máximo para este servicio en las escuelas públicas es de 6,33 euros, y el Departament d'Educació ya ha empezado a analizar si sería sostenible un incremento de este precio que ya se vio alterado en el curso 2020-2021 (13 céntimos más al mes por estudiante después de haber mantenido una tarifa congelada a los 6,20 euros desde el curso 2008-2009). El caso es que esta inflación coincide en un momento en el cual se ha aprobado un nuevo convenio laboral para el personal del ocio. Es decir, que el encarecimiento del sueldo de los monitores también se podría traducir en un encarecimiento de la comida para los niños. El pasado mes de febrero se aprobó un aumento salarial del 7% para este colectivo entre los cursos 2022 y 2024.

Esta noticia llega el mismo día que el Govern ha presentado el nuevo modelo de FPCAT, un nuevo sistema de Formación Profesional "más integrador", con una oferta mayor y con voluntad de seguir la línea que han marcado otros países europeos. Los encargados de hacer esta presentación han sido el conseller d'Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, y el d'Empresa i Treball, Roger Torrent. La gran promesa del conseller Cambray ante este nuevo modelo es que todos los alumnos que cursan 4º de ESO tendrán garantizada su plaza en la familia de FP que soliciten. El caso es que en los últimos años se ha incrementado exponencialmente las demandas para cursar cursos de Formación Profesional, y el Govern se compromete a no dejar a ningún alumno sin poder estudiar aquello que desea, aunque sea de forma similar. Y, de hecho, la apuesta por este tipo de formación va en la misma dirección que siguen algunos países europeos. "Europa también va por aquí", ha manifestado Roger Torrent. Ha sido precisamente el conseller d'Empresa i Treball quien ha manifestado que si a esta presentación se ha hecho de manera conjunta con el Departament d'Educació es por su voluntad "integradora".