Con el toque de queda y las nuevas medidas del coronavirus, muchos ayuntamientos se preparan para ofrecer alimentos y espacios para pasar la noche a las personas que más lo necesitan.

El Ajuntament de Girona ha habilitado el Palau de Fires para ofrecer unas 60 camas a personas que no tienen hogar. El consistorio ha activado este lunes el "plan de frío" de la ciudad. El Palau de Firess suple el equipamiento de la antigua UNED, donde el año pasado había instaladas literas para que personas en situación de vulnerabilidad pasaran la noche, pero que no cumplía las condiciones necesarias para garantizar las medidas contra la Covid-19.

Según ha explicado la alcaldesa, Marta Madrenas, la entrada en vigor del confinamiento nocturno ha acelerado la puesta en marcha del proyecto. Madrenas ha remarcado que "el Palau de Fires es el sitio idóneo" y que "está todo perfectamente organizado, hace días que trabajámos para tenerlo todo a punto". En este espacio se acogerán las personas sin hogar que los servicios sociales asisten a la ciudad, que son una sesenta. En este sentido, ha recalcado que también comprobarán la procedencia de los usuarios para comprobar que no se esté produciendo "cierto efecto llamamiento" de personas sin techo de poblaciones vecinas.

El alojamiento de estas personas será para cenar y pasar la noche y está previsto que hoy mismo vayan a dormir unas 25 personas. El horario de apertura será entre las ocho y las nueve de la noche y el acceso se hará de manera escalonada y siguiendo medidas contra la propagación de virus, como la toma de temperatura en la entrada. A las nueve de la mañana, después de desayunar, el espacio se cerrará y reabrirá de nuevo al mediodía cuando las personas sin techo puedan ir a ducharse y a comer entre la una y las cuatro.

Otras medidas del Ajuntament de Girona

El Ajuntament de Girona ha adaptado los servicios y las actividades al confinamiento nocturno decretado para contener los brotes de covid-19. Los equipamientos municipales, como los pabellones y los centros cívicos, cesarán la actividad a las nueve de la noche. Eso ha obligado a redistribuir los entrenamientos previstos más allá de esta hora en horario diurno de fin de semana. También han tenido que reorganizar las actividades de los equipamientos de los barrios. En relación con los actos culturales, acabarán a las diez de la noche. La medida no afecta al desarrollo de los conciertos programados por Sant Narcís, ya que las actuaciones empezarán a las ocho y media de la noche.

Los establecimientos de restauración permanecen cerrados pero pueden ofrecer servicio a domicilio o para llevar. De hecho, el ayuntamiento ha añadido a la página web todos los restaurantes, bares y cafeterías que ofrecen estos servicios. Con respecto al transporte público se mantienen horarios y frecuencias habituales.

Fotografía principal: Camillas instaladas por las personas sin hogar durante la primera ola de Covid-19. /ACN