La plataforma Fem Sant Antoni ha alertado de que el contrato de alquiler de 3.500 familias de este barrio del distrito barcelonés del Eixample termina en los próximos meses, lo que implica que pueden estar en riesgo de expulsión de sus hogares por subidas del precio o por falta de renovación.

Estos 3.500 alquileres terminarán de aquí a 2020, y la plataforma se ha marcado como un objetivo que los inquilinos conozcan sus derechos. Informarán mediante una campaña de buzoneo la tarde de este miércoles, con la que pretenden darse a conocer entre los vecinos.

La plataforma insiste en que estas familias podrán verse afectadas por desalojos invisibles, que recuerda que consisten en tener que dejar la vivienda por imposibilidad de asumir subidas "astronómicas" de la renta mensual o porque el propietario opta por no renovar porque prefiere otro perfil de inquilino que considera que puede asumir precios más altos.

Fem Sant Antoni es consciente de la situación que sufre el barrio, y sabe que se agravará en unos meses con la inauguración del nuevo mercado, un edificio que se convertirá en el gran monumento del barrio que podría llegar a tener una parada del Bus Turístic. San Antoni será entonces uno de los barrios más visitados de Barcelona como ya son El Born, El Gótico o Gracia. El crecimiento del barrio inflará automáticamente los precios de sus alquileres e impulsará a los propietarios a convertir sus casas en propiedades turísticas, algo que afecta directamente a los inquilinos.