Vivir en Barcelona se ha convertido en un verdadero desafío para muchos extranjeros. El coste de la vida y los alquileres elevados generan frustración. Reddit se ha llenado de comentarios sobre el tema. Muchos coinciden: si no ganas 50.000 euros al año, la ciudad es casi inaccesible. "Es una vergüienza", repiten muchos.
Los perfiles que pueden permitirse vivir aquí son muy concretos. Por un lado, están los que viven en habitaciones alquiladas o compartidas. Otros, la mayoría, dependen de que su familia tenga dinero, herencias o propiedades para poder residir sin problemas. También hay quienes ganan salarios altos, sobre todo en sectores como la tecnología o la finanzas, y pueden permitirse un piso propio.

La vida en Barcelona es cada vez más difícil
Algunos relatos en Reddit muestran otras realidades. Una persona vive en el piso de su madre en el centro, pagando un alquiler simbólico. Otros comentan cómo sus abuelos pagaban menos de 20 euros al mes y podían convivir con familiares. Esto evidencia que, aunque la ciudad parece inaccesible, siempre hay matices y excepciones.
No obstante, la tendencia es clara. El mercado inmobiliario se ha desbocado. Los alquileres en barrios como Eixample, Gràcia o Poble Nou alcanzan cifras prohibitivas para alguien con salario medio. Muchos se ven obligados a mudarse a ciudades cercanas como Sabadell, Terrassa o Martorell, a más de una hora de su trabajo. Esto convierte la vida cotidiana en un reto logístico y económico.
Los sueldos, en muchos casos, no dan para tener una vivienda digna
Otro factor es la percepción errónea de la ciudad. Algunos expats llegan con la idea de que España es barata y todos viven con poco dinero. La realidad es distinta: el salario medio en España ronda los 2.000 euros mensuales después de impuestos. Pero la media en Barcelona es más baja, entre 1.750 y 1.850 euros, lo que dificulta alquilar un piso en la ciudad sin compartir gastos.

El debate no se limita a los ingresos. La gentrificación ha transformado barrios tradicionales en zonas de alto coste, impulsando la subida de precios y desplazando a residentes de siempre. Esto genera tensiones entre locales y extranjeros que buscan integrarse.
Algunos expats logran sobrevivir con ingresos entre 25.000 y 30.000 euros, compartiendo piso o ajustando sus gastos. Otros, incluso con sueldos de 40.000 euros, sienten que la ciudad es inviable. Muchos optan por convertirse en nómadas digitales, mudándose temporalmente a otros países de Europa del Este o Asia para vivir solos, ahorrar y mantener cierta calidad de vida.
El consenso entre extranjeros y locales coincide: los precios de la vivienda son una vergüenza. A pesar de ello, la ciudad mantiene su atractivo: cultura, clima, playas y estilo de vida hacen que muchos sigan intentando quedarse. Llegados a este punto, la pregunta es evidente: ¿cómo vivir de manera digna en una ciudad que parece diseñada solo para ricos?