"Profundamente preocupado". Así es como se siente el eurodiputado británico del partido conservador Ian Duncan después de la sentencia del 9-N. Duncan, que fue observador internacional del proceso participativo, dice que castigar al expresident Artur Mas, la exvicepresidenta Joana Ortega y la exconsellera Irene Rigau es "reprobable", "erróneo" y "hace un gran daño a la democracia del conjunto de España". El copresidente del grupo de los Verdes, Philippe Lamberts, critica la "tozudez" del gobierno español, que cree que hace el diálogo "casi imposible" y avisa que la sentencia "no ayuda a calmar el clima político" actual. La líder del grupo de la Izquierda Unitaria, la alemana Gabriele Zimmer, reclama "respeto mutuo" y "diálogo".

"Conocí al señor Mas cuando fui observador del proceso participativo, y hacía todo lo que podía para reflejar el deseo de hacer un referéndum", recuerda Ian Duncan, que es un unionista escocés. "Creo que se tiene que hacer alguna cosa para resolver la situación", advierte, exigiendo una "solución" en forma de referéndum pactado en que todas las partes "respeten el resultado".

"Visto desde fuera, la consulta del 9-N no tenía valor legal, y estaba claro desde el principio, se podía ver como un gesto simbólico para decir que quieren reconsiderar completamente su relación con España", destaca al copresidente del grupo de los Verdes en la Eurocámara, el belga Philippe Lamberts. "Es una demanda legítima", admite, asegurando que la inhabilitación de Mas, Ortega y Rigau no ayuda "a calmar el clima político".

"Lo que realmente me preocupa como legislador europeo es la tozudez de las autoridades españolas hacia Catalunya", alerta a Lamberts. Según él, con un "diálogo genuino" se podría encontrar un "nuevo marco" de encaje entre catalanes y españoles, y probablemente "una solución federal sería viable si España considerara hablar con los otros y respetar su punto de vista". "Pero siento que la tozudez del gobierno del PP en Madrid está haciendo el diálogo casi imposible y eso es muy preocupante", afirma, remarcando que "nunca es saludable que en una democracia haya grandes temas simplemente ignorados".

Peligro de un referéndum unilateral

Lamberts avisa de que un referéndum unilateral "aumentaría la confrontación todavía más" porque la ley española "no prevé esta posibilidad", y apuesta por una "solución mutua". "Pero me temo que escucho más voluntad de debatir y negociar desde Barcelona que desde Madrid. En Madrid todo lo que oigo es que el orden constitucional está claro, y punto y final", lamenta.

La líder de la Izquierda Unitaria en la Eurocámara, la alemana Gabriele Zimmers, admite que la cuestión catalana genera debate "desde hace tiempo" y apuesta como solución principal por el "respeto mutuo de las diferentes posiciones". "Tiene que haber diálogo, no se tiene que cortar ni detener nunca, el diálogo", asegura Zimmers, que recuerda como la solución de una Alemania federal permitió la unificación del país después de la caída del muro. "El federalismo puede ser una ventaja para resolver problemas políticos sobre como trabajamos y vivimos juntos en un país", afirma.

La solución federal es también la propuesta del grupo de los socialdemócratas en la Eurocámara. Su líder, el italiano Gianni Pittella, asegura en declaraciones en la ACN que los socialistas "siempre" han apostado por "dar la máxima autodeterminación y autonomía pero con respeto por la ley y la constitución". Según Pittella, hace falta escuchar las demandas de los ciudadanos y tenerlas en cuenta porque "un escuchar burocrático" sin ofrecer respuestas "no funciona".

"Estoy muy decepcionado", asegura el eurodiputado liberal croata Ivan Jakovcic. "He leído muchos artículos, he recibido muchos y muchos correos electrónicos de varios grupos políticos y colegas de España, y de la sociedad catalana", explica, precisamente la semana que tanto PDeCAT y ERC como el PP han enviado cartas a toda la Eurocámara sobre la sentencia del 9-N.

Envío de cartas a la Eurocambra

ERC y el PDeCAT han escrito a los 751 eurodiputados para denunciar una sentencia que consideran "antidemocrática", mientras que el PP español lo ha hecho para avisar de que "lo más antidemocrático es vulnerar la ley". El grupo popular ha escrito a todos sus socios para avisar de que un referéndum en el 2014 era "ilegal" y que en otoño del 2017 todavía lo será.

"Espero que eso no empeore todavía más la crisis a la sociedad catalana", defiende a la ACN el eurodiputado Jakovcic, que expresa su "solidaridad" con Artur Mas. El independentista escocés Alyn Smith, del SNP, indica que la sentencia es "lamentable" porque el 9-N era un ejercicio "democrático y legítimo". "Los tribunales no son el lugar donde resolver la democracia", concluye. Otros eurodiputados, como Matt Carthy, de Sinn Féin, también se han pronunciado públicamente contra la sentencia: "Es escandaloso", ha tuiteado en Twitter el irlandés.