Un estudio liderado por el Hospital Sant Joan de Déu ha constatado que los niños que han ido a un colegio de verano han transmitido la covid-19 a otros menores y adultos con una reproducción (R0) del 0,3, una cifra que queda lejos de la tasa observada entre la población general de la misma zona, que ha sido de entre el 1,7 y el 2.

Los investigadores han concluido que el trabajo en grupos estables y el lavado de manos muy frecuente -5 veces a lo largo de la jornada- son los elementos de prevención que más han contribuido a esta transmisión baja. La consejera de Salut, Alba Vergés, ha destacado que el estudio "avala" las medidas de seguridad pero ha advertido que la situación de los casales no es extrapolable en las escuelas: "Los escenarios serán muy cambiantes".

El análisis, que forma parte del macro proyecto de investigación Kids Corona, ha recogido muestras de más de 1.900 niños y monitores de 22 centros de verano del área metropolitana de Barcelona, a los cuales se les ha practicado un test PCR en saliva casi cada día durante cinco semanas. También se han estudiado otros grupos de convivencia de otros casales en que uno de los niños o el monitor era positivos de covid-19.

Los resultados preliminares presentados este miércoles complementan el estudio presentado en junio sobre la tasa de infección de covid-19 en niños. Ahora, los investigadores han querido comprobar qué capacidad de transmisión del virus tiene los nños en el entorno de los centros de verano, como paso previo a analizar la transmisión dentro de las escuelas.

1.900 personas analizadas

De las 1.900 personas analizadas, se identificaron 39 positivos de covid -30 niños y 9 monitores-, los cuales tenían un total de 253 niños y niñas considerados contactos directos. De estos, se detectaron 12 contagios. Eso representa que la tasa de transmisión ha sido del 0,3, una cifra "seis veces inferior a la tasa de la población general", han destacado a los investigadores durante la presentación de los resultados.

Con respecto a las edades de los niños participantes en el estudio, el equipo de investigación ha señalado que los niños y niñas menores de 12 años mostraron la misma capacidad de transmisión de la enfermedad que los que tenían entre 13 y 17 años.

La higiene de manos, el trabajo en grupos 'burbuja' –siempre los mismos componentes- y el predominio de actividades al aire libre son los factores que más han destacado el jefe de Pediatria de Sant Joan de Déu, Juanjo Garcia, y la investigadora principal del estudio, Iolanda Jordan, para explicar una tasa de transmisión tan baja en los casales analizados.

"Hemos comprobado que en los centros donde había lavado de manos cinco veces al día, la transmisión del virus ha sido casi nula si lo comparamos con otros casales dónde no había una limpieza tan frecuente", ha señalado Jordan, que ha pedido "tener muy en cuenta" esta medida de cara al inicio del curso escolar. A su vez, Garcia ha remarcado que es "clave" que las escuelas apuesten por hacer actividades al aire libre y en espacios ventilados.