Maria Branyas, la superabuela catalana que batió el récord mundial de vivir 117 años, tenía características biológicas asociadas a una longevidad saludable, como un buen microbioma, pero al mismo tiempo presentaba señales de envejecimiento extremo, según señala el estudio del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, publicado este miércoles en la revista Cell Reports Medicine. El estudio, liderado por el jefe del grupo de Epigenética del cáncer del Instituto, Manel Esteller, incluye el análisis completo de las muestras obtenidas de Maria Branyas antes de morir y constituye el estudio más exhaustivo hasta la fecha sobre una supercentenaria. El análisis elaborado sobre las muestras concluye que el caso de las personas supercentenarias se explica por una "dualidad" en qué está la "presencia simultánea de señales de vejez extrema y longevidad saludable".

Una de las conclusiones del estudio es que las personas supercentenarias no llegan a estas edades por un retraso general del envejecimiento, sino para tener factores de "longevidad saludable". En el caso de Branyas, el estudio indica que presentaba "señales inequívocas de vejez", como telómeros muy cortos (las puntas de los cromosomas), un sistema inmunitario proinflamatorio y una población envejecida de limfòcits-B, pero al mismo tiempo también tenía características genéticas asociadas a la neuro y cardioprotección, que evitan la demencia y las deficiencias cardiacas, bajos niveles inflamatorios, un microbioma dominado por bifidobacterias beneficiosas muy jóvenes, como los de una niña, y una edad biológica 23 años inferior a la cronológica, que la ayudaron a evitar contraer enfermedades graves a su edad. Como Branyas no tuvo ninguna patología grave, este estudio permite distinguir claramente el envejecimiento de la enfermedad y sus efectos en la longevidad.

¿Se puede tratar el envejecimiento como una enfermedad?

El caso de Maria Branyas ofrece una visión global de los efectos del envejecimiento sobre el organismo que podrían ser útiles para buscar maneras de contrarrestarlos, según los investigadores. En este sentido, con esta información, científicos de todo el mundo podrán comprender mejor el proceso natural de hacerse mayor y plantear estrategias para abordarlo específicamente, de la misma manera que se trataría una enfermedad. Dado que el envejecimiento del sistema sanguíneo se asocia estrechamente con una mayor incidencia de cánceres hematológicos, como la leucemia y los síndromes mielodisplásicos, los resultados de este estudio sobre supercentenarios también podrían ofrecer valiosas pistas para profundizar en la comprensión de estas enfermedades, según indica el jefe del mismo, Manel Esteller.

Con respecto al estilo de vida, el equipo investigador destaca que elementos como una alimentación saludable, una red de relaciones estimulando y diversa y la ausencia de hábitos tóxicos podrían explicar la larga vida de Branyas. En todo caso, los investigadores consideran que, con los datos obtenidos, es prematuro poder vincular las características biológicas de Branyas a estos hábitos concretos.