El ministerio de justicia español ha decidido "dejar sin efectos" la instrucción de la Dirección General de Registros y del Notariado enviada el jueves en los registros consulares en la cual se abría la puerta a inscribir a los niños concebidos en el extranjero por gestación subrogada con una prueba de ADN que certificara la paternidad o maternidad de uno de los progenitores.

A través de un comunicado difundido este sábado por la tarde, el Gobierno ha recordado que "esta es una práctica prohibida en nuestro país y se ha comprometido a perseguir en las agencias y establecimientos que ofrecen estos servicios".

Esta decisión de última hora ha afectado a unas 30 familias españolas, que hace semanas que esperan en Ucrania para poder registrar a los bebés nacidos en aquel país por gestación subrogada. El problema que ha afectado particularmente a las familias que están en Ucrania es que este país no tiene un sistema que determine la filiación paterna por sentencia judicial, a diferencia de los Estados Unidos o el Canadá.

La principal plataforma que defiende los derechos de familias de gestación subrogada, "Son Nuestros Hijos", ha reaccionado diciendo que la decisión del Gobierno es contraria a los compromisos adquiridos por España en materia de derechos humanos. Además, el presidente de la asociación, Marcos Jornet, ha cuestionado al Gobierno por haber cambiado los requisitos en 24 horas.

Las familias afectadas han reclamado soluciones en una concentración ante la Embajada española en Kiev.

Una de las soluciones que España ha dado es empezar los trámites para obtener el pasaporte ucraniano, que pueden tardar en conseguir entre 3 y 4 meses, y poner en marcha los trámites legales para registrarlo en España.