Llega el final de la odisea para los 69 bolivianos que llevan retenidos en el Port de Barcelona desde el martes 2 de abril por no disponer de un visado válido para entrar al espacio Schengen. Según informa El País, la policía ha comunicado formalmente a las familias que rechaza su entrada en territorio español, donde llegaron en un crucero con visados falsificados, y presuntamente, con la intención de instalarse en España. Las autoridades españolas tampoco han aceptado seis peticiones de asilo presentadas. Está previsto que las 69 personas sean trasladados este jueves en un vuelo pagado por la compañía MSC hasta Santa Cruz, la segunda ciudad de Bolivia. Sin embargo, una familia compuesta por tres hermanos —dos menores de edad y una mayor de edad— además de la hija de esta última, sí se quedarán en España, ya que los padres residen en Girona desde hace años y el padre, tiene nacionalidad española.

Retorno a Bolivia

Está previsto que este jueves un convoy traslade a estos ciudadanos desde el puerto de Barcelona hasta el aeropuerto para iniciar el retorno hacia Bolivia. A mediados de marzo, el MSC Armonía salió de Brasil y llegó a Barcelona el martes de la semana pasada, en la que era la última parada del crucero en la península Ibérica antes de que continuara su ruta por el Mediterráneo, con destino final Venecia. Durante el viaje, la compañía envió a las autoridades españolas la documentación exigida de los 1.500 pasajeros a bordo, que comprobó que el visado de los 69 ciudadanos bolivianos —entre los cuales hay 14 menores de edad— a bordo estaban falsificados. Ni las autoridades brasileñas ni MSC detectaron la falsificación, que según la policía era "muy burda", y según fuentes próximas a la empresa "de una cierta sofisticación".

Después de unas horas de confusión, el miércoles después de la intervención de un juez de guardia de Barcelona, el delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto, y el presidente ejecutivo de MSC, Pier Francesco Vago, llegaron a un acuerdo para que el barco partiera de Barcelona con todos los pasajeros a excepción de los bolivianos, que serían trasladados a otro ferri mientras se solucionaba su situación. Desde el jueves de la semana pasada, permanecen en este segundo ferri a donde la policía trasladó sus equipos para iniciar los expedientes de denegación de entrada. Los agentes se entrevistaron con todos los adultos, y explicaron sus motivos para llegar a España, en muchos casos, alegaron que venían de vacaciones, sin ninguna intención de quedarse. El fin de semana, la policía les informó que se les había denegado la entrada, y que, por lo tanto, serían deportados a su país, una opción que se contemplaba desde el inicio.