¿Cuántos eran: 150.000 o 700.000 manifestantes? El número de gente que asiste año tras año a la manifestación del 11 de Septiembre siempre es cuestión de debate. ​Manifestaciones masivas en Barcelona, concentraciones en Madrid y otras capitales europeas abren informativos y portadas de diarios. Y con ellas, al margen de cuestiones políticas, se abre el baile de cifras de asistentes a las manifestaciones. Eso plantea la cuestión de cómo calcular cuántas personas hay presentes en un lugar específico y en un momento concreto.

¿Por qué se producen diferencias en los datos de asistencia tanto a medios de comunicación como a agencias de demoscopia? ¿Cómo se establecen las cifras de participantes en manifestaciones? ¿Por qué según quién ofrezca los datos de participación la diferencia se puede mover en centenares de miles de personas? ¿Qué se está haciendo mal y quién tiene la culpa? Contar esta cantidad de gente que, en muchos casos está en movimiento, resulta imposible para el ser humano. Nadie se imagina una decena o veintena de personas dedicadas a contar uno por uno, en pie de calle, a cada manifestante. Porque, aunque al ser humano tiene facilidad para contar gente, por ejemplo, en una fotografía, ya que el cerebro permite este patrón, le resulta imposible hacerlo en grandes cantidades. Es entonces cuando se establecen diferentes herramientas para llevar a cabo el recuento de personas reunidas. Y está aquí donde entra la ciencia.

Cómo se cuentan manifestantes

Hasta mediados de años noventa había un baremo por el cual se decía que en un metro cuadrado cabían perfectamente cuatro personas. Aunque eso en teoría es así, físicamente caben cuatro personas en una cuadrícula de un metro cuadrado, en realidad no lo es tanto. Porque las manifestaciones suelen ser aglomeraciones en movimiento, porque la manifestación anda o porque la gente se mueve. De esta manera, cuatro personas andando o moviendo los brazos no caben en un metro cuadrado, por lo cual se pasó a contabilizar a una persona por metro cuadrado.

 

Actualmente, y a la espera de avances tecnológicos que ya están en marcha, como la inteligencia artificial capaz de generar patrones y establecer datos esmerados, según comentan los expertos hay dos métodos para contar personas en una manifestación: según la velocidad media de los manifestantes y según la densidad de manifestantes por metro cuadrado. Es obvio que esta segunda es más fácil de llevar a cabo que la primera.

Según la densidad de manifestantes por metro cuadrado

Para calcular el número de personas a través del índice de densidad de manifestantes, en primer lugar, se hacen fotografías desde un punto alto, normalmente desde el helicóptero de la policía o balcones altos desde varios puntos de la manifestación y después se trabaja. Se toman como puntos de referencia el principio y el final de la manifestación, se calcula el largo y la anchura de la calle o sitio donde se encuentra la manifestación y se añade otro punto, el margen de error: se considera que bajo cada árbol puede haber una persona, así como bajo cada paraguas. Y se restan los metros cuadrados que pueden ocupar coches u otros tipos de obstáculos.

Después simplemente se hacen las cuentas. Hasta seis personas por metro cuadrado, donde los expertos consideran una masificación de alto riesgo, se pueden contabilizar en uno de estos acontecimientos, pero lo más normal es considerar que son cuatro personas por metro cuadrado, una densidad bastante alta según señalan los expertos. De hecho, este es el sistema que utilizó la Directa, que ha cifrado la manifestación de la Diada de este año en 272.000 personas, en un espacio de 150.000 metros cuadrados que ocupaba toda la marcha. Una cifra que supera con creces la de la Guardia Urbana -150.000- y queda por debajo de la de los organizadores, la ANC -700.000-.

Un ejemplo es mapchecking.com

Mediante un sitio web como mapchecking.com el número de metros cuadrados de un mapa se puede calcular aplicando parámetros geográficos con simples clics del ratón. En la práctica, sin embargo, la medida de un área de demostración es mucho más difícil de calcular. No solo la longitud y la anchura de la ubicación pueden ser poco claras (en parte a causa de la forma de la ubicación), también la ubicación de una demostración a menudo es dinámica. En otras palabras, los manifestantes se mezclan regularmente y se mueven a otros lugares.