El caos se ha apoderado de Nepal. Decenas de miles de jóvenes han tomado las calles y han atacado edificios gubernamentales, la residencia del presidente y las sedes de los principales partidos políticos. Algunos grupos armados han asaltado la casa del ex primer ministro del país y lo han agredido junto con su mujer, que ha muerto después de haber sido quemada por los manifestantes. Otros han arrestado ellos mismos a uno de los ministros y lo han lanzado al río. Estas protestas tienen su origen en el veto del gobierno nepalés a redes sociales como Instagram, X, TikTok, WhatsApp y Facebook; protestas donde ayer fueron asesinadas 19 personas que se manifestaban en las calles de Katmandú, la capital del país. ¿Pero quiénes son estos jóvenes? ¿Quiénes son, en realidad, la Generación Z?

A menudo denominada Gen Z o Zoomers, agrupa a las personas nacidas aproximadamente entre los años 1997 y 2012. Son, pues, los jóvenes que hoy tienen entre 13 y 28 años. Esta generación, que sigue a los Millennials y precede la Generación Alfa, es considerada la primera verdaderamente nativa digital. Han crecido rodeados de tecnología, con acceso constante a internet y a dispositivos móviles, y no conciben un mundo sin redes sociales, aplicaciones e información instantánea.

Una generación que no concibe un mundo sin móviles

Los que conforman la Generación Z se caracterizan por una fuerte conexión con la tecnología, pero también por un espíritu crítico y una gran conciencia social. Varios estudios apuntan que son más abiertos y sensibles a la diversidad cultural, étnica y de género, y que participan activamente en debates sobre justicia social, igualdad y derechos humanos. Son autodidactas por naturaleza y aprenden a través de recursos digitales, como tutoriales, cursos en línea y comunidades virtuales. Además, muchos jóvenes de la Generación Z han demostrado una marcada mentalidad emprendedora: gracias a las redes sociales y al acceso a herramientas creativas, han creado negocios, canales de contenido y proyectos personales desde bien pequeños.

Otro rasgo diferencial de esta generación es su atención a la salud mental. Los Zoomers hablan con más naturalidad sobre temas como la ansiedad o la depresión, y han contribuido a romper tabúes históricos relacionados con el bienestar emocional. Esta apertura ha favorecido a una sociedad más consciente y preparada para abordar estos retos.

Marcados por atentados, crisis, pandemias y grandes movimientos sociales

Los acontecimientos históricos que han marcado su crecimiento también explican su carácter. Han crecido en un contexto globalizado y digitalizado, testimoniando momentos clave como los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y los cambios geopolíticos que derivaron; la crisis financiera del 2008 y sus consecuencias económicas; el aumento de la preocupación por el cambio climático y el activismo medioambiental; y, más recientemente, la pandemia de la COVID-19, que transformó profundamente el sistema educativo y el mercado laboral.

Hoy, la Generación Z es un motor de cambio cultural, económico y político. Representan más del 30% de la población mundial y están redefiniendo los modelos de consumo, las tendencias de moda, los hábitos de comunicación e incluso el lenguaje. Plataformas como TikTok, Twitch, X, Instagram y YouTube han cambiado el panorama mediático y han puesto el poder de la creación de contenido en sus manos, rompiendo el monopolio de los medios tradicionales. Además, han tenido un papel activo en movimientos sociales globales, como Fridays for Future liderado por Greta Thunberg, las protestas prodemocracia en Hong Kong e Irán, y otras reivindicaciones en defensa de la libertad y la justicia por todo el mundo. En Catalunya y en el resto del Estado español fueron los que impulsaron el gigantesco movimiento del 15-M que quería transformar la sociedad y la política en el 2011.

La Generación Z es, en definitiva, la primera generación plenamente digital y global. A pesar de haber crecido en un contexto lleno de retos e incertidumbres, destaca por su creatividad, su capacidad de adaptación y su compromiso con causas sociales y medioambientales. Esta generación ya está dejando huella y tiene el potencial de redefinir la política, la economía y la cultura del siglo XXI.