La empresa riojana Hermanos Cuevas cree que, según sus conclusiones provisionales, un error humano pudo introducir en el canal de venta, de forma accidental, una partida de botes de cristal de alubias blancas cocidas que estaba aislada y en la que se ha confirmado hoy la presencia de toxina botulínica.

Así lo ha explicado el portavoz de la empresa, Juan Ramón Hidalgo, tras conocerse que la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) ha confirmado la presencia de la toxina botulínica en un bote de cristal de alubias blancas cocidas que consumieron el pasado día 27 dos bomberos de Palafrugell hospitalizados por un brote de botulismo.

Hidalgo, experto en derecho alimentario, ha señalado que la propia empresa, de forma interna, detectó el pasado 20 de mayo una anomalía de calidad en una partida antes de salir al mercado, por lo que fue apartada del canal de distribución y fue convenientemente aislada y precintada. "En este momento, investigamos las circunstancias por las que algunas de las unidades aisladas en la empresa fueron reincorporadas accidentalmente al canal de venta y los datos provisionales indican que pudo deberse a un error humano en el control del producto", ha asegurado.

La investigación interna de la empresa se mantiene abierta para comprobar si algunos otros botes de la partida afectada, cuyo número no se ha determinado, pueden estar aún en el canal de venta, aunque parece que "el riesgo es bajo", dado que se ha actuado con "transparencia y celeridad" ante las autoridades sanitarias, clientes, proveedores y consumidores.