El fallecimiento de Isak Andic, el magnate de la moda que construyó el imperio Mango, ha provocado un cambio significativo en la lista de las grandes fortunas de Cataluña. Su muerte no solo deja un vacío en el mundo empresarial, sino que también ha alterado de manera drástica el ranking de millonarios catalanes publicado por Forbes. La reconfiguración coloca a nuevas figuras en la cúspide, evidenciando el músculo económico de una comunidad autónoma donde casi treinta empresarios figuran entre los cien más ricos de España.
Andic, quien falleció en diciembre de 2024 con un patrimonio estimado en 4.500 millones de euros, había logrado situarse entre los cinco empresarios más acaudalados de España, devolviendo a Cataluña al centro de la élite económica tras años de ausencia en la cima. Su imperio, nacido de un pequeño negocio familiar en Barcelona, lo convirtió en una de las figuras más admiradas —y envidiadas— de los círculos empresariales.
Sol Daurella, la heredera del trono millonario de Catalunya
Pero ahora, el cambio de escenario es contundente: con Andic fuera de juego, la batuta pasa a manos femeninas. La presidenta de Coca-Cola Europacific Partners, Sol Daurella, se posiciona como la gran heredera del liderazgo catalán, con una fortuna que ronda los 3.000 millones de euros. La nueva número uno catalana, Sol Daurella, no solo se ha beneficiado de su papel en la embotelladora de Coca-Cola más grande del mundo, sino que ha sabido multiplicar sus inversiones, situándose como la décima persona más rica de España.
Su patrimonio creció en 1.000 millones de euros en un solo año, un dato que demuestra que su liderazgo no es casualidad. La empresaria ha desplazado a nombres que, durante décadas, parecían intocables. En este nuevo tablero, personajes como José María Serra Farré, con sus 1.700 millones vinculados al grupo asegurador Occident, o Manuel Lao, que tras vender Cirsa sigue acumulando 1.500 millones gracias a jugadas maestras en el mundo de la inversión, mantienen posiciones relevantes, pero lejos del podio.
Un top repleto de herederos y visionarios en Cataluña
El caso de Alberto Palatchi resulta paradigmático: tras vender Pronovias por 550 millones de euros, logró transformarse en un auténtico inversor de élite. Hoy, con 2.700 millones de euros, se mantiene como uno de los grandes protagonistas, demostrando que, aun sin su firma original, los apellidos pesan y las fortunas familiares saben reinventarse. Otro apellido que resuena con fuerza es el de los Puig, dueños del gigante cosmético que este año dio el salto al Ibex 35. Manuel Puig Rocha, con un capital de 1.300 millones, se consolida en el top diez catalán. Su crecimiento refleja el poder de la cosmética y la moda como pilares de la riqueza catalana, un sector que, pese a la crisis global, sigue brillando en los mercados internacionales.
Pero no todo son herencias directas. Figuras como José Elías, fundador de Audax, con 950 millones, o Tomás Arrafat Pujol, vinculado a Proeduca con 850 millones, representan la entrada de un nuevo perfil: empresarios que no necesariamente provienen de grandes dinastías, pero que han sabido aprovechar las oportunidades del presente. El contraste entre viejos linajes y nuevos millonarios marca una batalla silenciosa por el futuro de las fortunas catalanas. Al mismo tiempo, nombres como Carmen Thyssen, con sus 1.400 millones ligados al arte y la inversión, o Carmen Daurella, prima de Sol y accionista clave de Coca-Cola Europacific Partners, demuestran que la presencia femenina en el ranking es cada vez más sólida.