Los embalses de las cuencas internas catalanas han vuelto a reducir su capacidad y ya se sitúan por debajo del 15%. Concretamente, contienen el 14,73% total, con una disponibilidad actual de 102,26 hectómetros cúbicos de agua, según la última actualización de este martes del informe de los embalses de la Agencia Catalana del Agua (ACA). El recuento muestra que el volumen actual está por debajo del registrado el miércoles de la semana pasada (que era de 14,96%) y que lo que estaba para estas mismas fechas el año pasado, que era del 27,78%. Con estas cifras, los embalses catalanes siguen bajando su cantidad de agua, y las leves lluvias de los últimos días no han servido para revertir la grave situación de sequía.

Concretamente, el embalse de Darnius Boadella se encuentra al 11,23% de su capacidad; Sau, al 1,40%; el de Susqueda, al 21,16%; La Baells, al 19,82%; La Llosa del Cavall, al 16,24%; Sant Ponç, al 26,40%; Foix, al 57,25%; Siurana, al 3,15%, y Riudecanyes, al 2,71%. Con respecto a los embalses del sistema Ter-Llobregat, que proveen Barcelona y su área metropolitana y Girona y su entorno, se encuentran al 15,15% de su capacidad, con un total de 92,73 hectómetros cúbicos de agua enfrente del 15,46% y 94,61 hectómetros cúbicos de la semana pasada. Unas cifras ligeramente superiores, pero igualmente preocupantes.

239 municipios en emergencia

El Govern declaró el 1 de febrero el estado de emergencia por sequía en el sistema Ter-Llobregat, con una limitación de 200 litros por habitante y día en la fase 1 de la emergencia y con restricciones al riego; a los usos agrícolas, ganaderos e industriales; a las duchas de gimnasios y al llenado de piscinas, entre otros. Un total de 239 municipios de Catalunya se encuentran ya en estado de emergencia: 163 localidades en Barcelona, 63 en Girona, 11 en Lleida y 2 en Tarragona. El nivel I de la emergencia se declaró cuando las reservas de los embalses bajaron de los 100 hm³ (el 16,3% de la capacidad), mientras que el nivel II se declarará cuando bajen de los 67 hm³ (el 10,95% de la capacidad).

La franja oeste del país —que se nutre del Ebro— es administrada por el Govern, y no se encuentra en una situación tan crítica como el resto de Catalunya. Fuera del sistema Ter-Llobregat, hay otros centenares de municipios en fase de alerta y de excepcionalidad. Solo un puñado sobreviven todavía en fase de normalidad, alimentados por l'Estany de Banyoles y el Acuífero Plioquaternari de Tarragona.