El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha vuelto a denegar las medidas cautelares pedidas por la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) para poder reabrir el ocio nocturno. No obstante, la decisión no ha sido unánime y, por primera vez, cuenta con un voto particular que da parcialmente la razón al sector.

La mayoría de magistrados consideran que todavía no se dan las circunstancias para reabrir los locales nocturnos y que sigue siendo proporcionado mantenerlos cerrados a causa de las cifras pandémicas. De hecho, dicen que el pasaporte covid es útil, pero no todavía con determinados niveles de incidencia.

Fecasarm pedía ampliar el horario de las actividades de ocio nocturno al aire libre hasta las 3.30 horas de la madrugada y de bares y restaurantes hasta la 1 de la madrugada, con 30 minutos más para desalojar a los clientes en los dos casos, pero el TSJC lo denegó.

Por eso presentaron a finales de agosto un recurso, en el cual Fecasarm ha denunciado que el Govern no ha justificado con qué motivos científicos ha decidido los horarios de cierres y ha criticado que no se está haciendo de forma diferenciada por territorios en función de la incidencia acumulada.

En este sentido, consideran que las restricciones vigentes son "desproporcionadas", porque vulneran la ley de salud pública de Catalunya y fomentan los botellones y fiestas ilegales "con situaciones de riesgo para la integridad física y la vida de las personas".

Pedían la reapertura de los espacios interiores de ocio nocturno, a los cuales podrían acceder personas vacunadas o con un test de antígenos previo negativo. Pero hoy el TSJC se lo ha denegado.

Los empresarios dicen que la situación es insostenible y por eso a principios de mes hicieron una acampada y algunos de ellos se sumaron a una huelga de hambre. "Exigimos trabajar en condiciones seguras. Basta ya de la dejadez de funciones del Govern, y basta ya de este agravio comparativo", reclamó en ese momento la plataforma en un comunicado, haciendo referencia a la desigualdad de condiciones entre los diferentes sectores culturales.

Los empresarios y empresarias del sector consideran que han recibido un trato discriminatorio en los "diecisiete meses de restricciones desmedidas e injustificadas", así como una "falta de soluciones y una nefasta gestión política y sanitaria" por parte de la Generalitat.

El voto particular

Según este magistrado, la opción que planteaba como secundaria la Fecasarm se podría adoptar. Así, el sector propone que en los municipios con menos de 250 casos por cada 100.000 habitantes, se podría exigir el pasaporte covid, cerrando los locales a las 3.30 de la madrugada y media hora más para desalojar al público.

Los restaurantes podrían cerrar a la 1 con media hora más para desalojarlos. El voto particular concluye que ahora mismo no está lo bastante justificado el cierre total y que se pueden tomar medidas menos lesivas para el sector, teniendo en cuenta la incidencia actual de la enfermedad y la aplicación del llamado pasaporte covid.