Galicia es paisaje. Vistas a los acantilados, bañitos en el Atlántico o montaña. Lo que está claro es que hay lugares para perderse alejados –o no– de las ciudades o de los puntos más conocidos.

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De Ribadeo al pico da Frouxeira

El litoral de Ribadeo y Barreiros es la línea principal de este itinerario, según explican desde Turismo Galicia. Pasa por arenales y acantilados de formas muy caprichosas. Ahora bien, la belleza de este itinerario no es sólo paisajes de costa, sino que también se puede ver un rico patrimonio y presencia de pueblos singulares, como, por ejemplo, Rinlo y Ribadeo. Como curiosidad, la playa de Augasantas es monumental. La sucesión de una serie de precipicios y arcos rocosos confirman una pared que exactamente podría ser parte del gótico gallego. La parada obligada es Rinlo, descrito como "una población que parece detenida en el tiempo".

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De O Porto de Espasante al faro de Estaca de Bares

El litoral de Ortigueira y Mañón presenta algunos de los acantilados más impresionantes de Galicia. La abrupta costa esconde puertos y villas. Playas de mar abierto, miradores naturales, patrimonio y pueblos en un recorrido por los paisajes costeros más al norte de Galicia. Como curiosidades, desde Turismo destacan el muelle de Bares, conocido como O Coído, una acumulación de piedras de más de 300 metros de longitud. El probable origen natural de la acumulación fue aprovechado como puerto y una altura de 7 o 8 metros indican las grandes dimensiones que podría haber tenido en su día. Además, en esta ruta también hay el mejor banco del mundo, que se encuentra en Loiba, justo al lado de un acantilado. Las vistas son espectaculares.

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Circular de Camariñas

La mítica Costa da Morte recoge toda la fuerza del océano Atlántico, vistas, viento, verde y sabor a sal espectacular. La ruta circular que empieza y acaba en Camariñas, acerca al viajante a los pueblos costeros, paisajes litorales, dunas, cabos y arenales y faros. Uno no se puede perder O Cemiterio dos Ingleses. El barco HMS Serpent, dependiente de la Marina Británica, naufragó en estas costas 1890. Había una tripulación de 175 miembros y solo tres de ellos se pudieron salvar, los otros descansan al lado del mar.

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Del faro de Fisterra al mirador de O Ézaro

El fin del mundo. Cualquier otra descripción se queda corta para los paisajes que esconden esta ruta. Fisterra representa aquel sitio extremo donde la tierra se acaba. En este caso no será el fin, sino el inicio de una ruta preciosa que rodea el litoral pasando por lugares míticos de la Costa da Morte: Corcubión, Cee, la cascada de Xallas... hasta llegar al mirador de O Ézaro, al lado de Pindo, un gran macizo granítico de alto valor ecológico y geomorfológico donde destacan hábitats de matorrales y su singularidad geológica.

Fisterra pixabay

Fisterra / Pixabay

 

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De Baiona a Santa Trega

El recorrido por la costa sur de Galicia permite transitar por un tramo litoral único, sin las habituales rías. La carretera que une Baiona y A Guarda es uno de los itinerarios paisajísticos más bonitos de la costa gallega, según el mismo Patronato de Turismo. Una larga línea recta a la orilla del mar que va de norte a sur en compañía de la sorprendente sierra de A Groba. Precisamente esta sierra acompaña el recorrido por la costa sur desde el cabo Silleiro hasta tocar de A Guarda. Montañas de base granítica, matorrales y cumbres y largas extensiones de pino. No te puedes perder, si optas por este recorrido, el Monasteiro de Oia, una iglesia medieval que desde el punto de vista histórico destaca por sí misma.

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De A Fonsagrada a Negueira de Muñiz

Cambiamos mar por montaña. Entre A Fonsagrada y Negueira de Muñiz, los valles cambian por las cordilleras, en un continuo sube y baja. El camino ofrece una gran variedad de vistas del valle de Navia, que llega hasta Asturias. El paisaje de montaña contrasta con los profundos valles que esconden cultivos y pueblecitos. Una parada obligada en esta ruta es el mirador de Arexo, en la orilla del río Navia.

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De Pedrafita do Cebreiro a Samos

Diferentes caminos conectaban Galicia con Europa durante siglos y todavía lo hacen. Entre varias variantes de la parte francesa del Camino de Santiago, es la más conocida, según dicen, siendo O Cebreiro el punto de entrada a Galicia. Así, este recorrido acaba en la entrada del Camino. O Cebreiro es lo que no te puedes perder de esta ruta, un núcleo tradicional de la montaña de Lugo rehabilitado por su interés etnográfico.

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De A Cruz do Incio al mirador de A Pena do Teso Grande

Naturaleza pura. O Courel es uno de los territorios míticos de Galicia, la reserva natural y espiritual de los gallegos. El color verde de estas montañas guarda algunas de las postales más bonitas del lugar. Paisaje, colores, matices, texturas, olores... Hay que visitarlo por uno mismo para hacerse una idea. El río Lor y su recorrido es algo que no te puedes perder de este recorrido.

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De Monforte de Lemos a Santo Estevo de Ribas de Sil

Ribeira Sacra es uno de los paisajes con más carácter de Galicia, o eso explican desde Turismo. La particularidad geográfica que supone el cañón del Sil también comporta una particularidad climática que otorga relevancia en sus viñas y bosques. El mirador de Souto Chao es un must en este recorrido y permite hacerse una idea del cañón del Sil.

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De A Gudiña a Pradoalbar

Los alrededores de A Gudiña son un territorio poco habitado. Si se quiere estar tranquilo, este es el lugar idóneo. El sorprendente paisaje invita a disfrutar transitando por diferentes caminos de entrada y salida a Galicia. El río Conso configura un paisaje de gran belleza. El mirador de As Portas ofrece una panorámica del Parque Natural don Invernadeiro y del río Camba.