Algunas de las personas desalojadas esta semana del antiguo instituto B9 de Badalona han ocupado el edificio del antiguo albergue municipal de Can Bofí Vell, cerrado desde mayo de 2024. La entrada al equipamiento se ha producido aprovechando que la policía mantenía la vigilancia alrededor del B9, en un contexto de fuerte tensión social y sin que, según denuncian los afectados, se haya ofrecido ninguna alternativa residencial tras el desalojo. Aunque desde el exterior no se aprecia actividad intensa, este lunes por la mañana había vehículos de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana estacionados en la zona.

Los ocupas, en una carta que han enviado a Salvador Illa, aseguran que son más de 400 personas “lanzadas a la calle sin alternativa” y que algunas han pasado las últimas noches bajo un puente, expuestas a la lluvia en plena alerta meteorológica. Denuncian que, mientras se desaconseja permanecer en el exterior por riesgo de lluvias torrenciales, no han recibido ninguna respuesta efectiva de los servicios sociales municipales ni tampoco de la Generalitat de Catalunya. En este contexto, explican que una parte del colectivo decidió entrar en Can Bofí Vell para protegerse del frío y de la lluvia. Se trata del antiguo albergue municipal, clausurado por problemas de seguridad del edificio. Aseguran que en el antiguo B9 disponían de un mínimo de condiciones para vivir y trabajar y que ahora se encuentran “con el agua hasta los tobillos”, dependiendo del apoyo vecinal. También recuerdan que la jueza que autorizó el desalojo había condicionado el operativo a la existencia de una alternativa residencial, un requisito que, según afirman, no se ha cumplido.

Fuentes municipales han explicado que tuvieron constancia de la ocupación de Can Bofí Vell a través de los medios de comunicación y han indicado que el alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, mantendrá este lunes una reunión con representantes del Govern, entre ellos la consellera de Drets Socials, Mònica Martínez Bravo, para abordar la situación. El consistorio admite que la ciudad no dispone actualmente de recursos municipales de emergencia como un albergue o un comedor social en funcionamiento. Por su parte, los Mossos d’Esquadra han asegurado que no han intervenido en el antiguo albergue ocupado, a pesar de que mantienen una patrulla de vigilancia, incluso, para evitar incursiones de personas no vinculadas a este grupo de okupas. Mientras tanto, los desalojados rechazan cualquier vinculación con la violencia o la delincuencia y denuncian una criminalización colectiva, advirtiendo que la falta de soluciones puede agravar aún más una crisis social que, alertan, continúa sin respuesta.

Presión vecinal para evitar el alojamiento

La acogida de una quincena de desalojados del antiguo instituto B9 de Badalona en una parroquia de la ciudad se ha acabado suspendiendo por la presión vecinal que ha habido en el barrio. Desde poco después de las seis de la tarde, un pequeño grupo de vecinos ha bloqueado la entrada a la parroquia Mare de Déu de Montserrat y ha evitado la llegada de buena parte del material que Cruz Roja tenía que descargar para organizar la acogida. La protesta se ha ido haciendo grande con el paso de las horas y las entidades han tenido que derivar a los migrantes a otros centros. Hasta el lugar se ha desplazado el alcalde, Xavier Garcia Albiol, que ha pedido a los vecinos levantar la protesta para tener "margen de negociación" con la Generalitat para que los desalojados no se queden en Badalona.

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