"Se cierra la estación. A partir de ahora la información la da Mossos d'Esquadra", esta ha sido la señal que ha dado uno de los trabajadores de la estación de Sants y con la cual ha empezado el desalojo de centenares de pasajeros que esperaban a oscuras la respuesta a dos preguntas: ¿qué ha pasado y ahora qué haremos? El escenario que se han encontrado los desalojados no ha sido mucho mejor: buses llenos, taxis muy solicitados, semáforos que no funcionan y la misma falta de información. "Está todo parado, la gente no sabe qué hacer, estamos incomunicados", explica Ricard Ortiz, que se dirigía a Madrid cuando ha empezado el apagón. Como muchos otros de los pasajeros, mantiene la calma, pero reconoce que la situación genera nerviosismo.

🔴 Apagón eléctrico en Catalunya y el Estado, DIRECTO | ¿Qué pasa?

El apagón que está afectando a todo el Estado español ha dejado a los pasajeros de la estación de Sants en el limbo. Los que han tenido más suerte se han tropezado con el apagón en la estación; el resto, ya dentro de los trenes. Muchos pasajeros no saben qué hacer, ni adónde dirigirse, ya que muchos no son de Barcelona. "Estamos buscando cómo llegar a plaza Catalunya para coger el aerobús", lamenta Olga. Ella y su esposo, Jon, son de Bilbao y han tenido que venir a Catalunya por la muerte de su hermano. Se dirigían al aeropuerto del Prat cuando todo se ha quedado a oscuras. Asumen que perderán el vuelo, pero quieren estar en el aeropuerto para poder coger el siguiente vuelo que sea posible: "Si hace falta, dormiremos allí". "Hemos estado otras veces en Barcelona, pero no conocemos lo suficiente los buses", explica Jon.

Muchas personas se precipitan a los buses y a los taxis ante la imposibilidad de utilizar el metro. Sin embargo, es una aventura conseguir transporte en una ciudad donde los semáforos no funcionan en buena parte de las calles. José es taxista y explica a ElNacional.cat que el apagón lo ha sorprendido mientras circulaba por la capital catalana: "Hay caos, porque unos van y otros vienen, y vamos sorteando como podemos", remarca, recordando cómo le ha costado llegar hasta la plaza de Sants. Aquellos que optan por los buses se encuentran un servicio próximo al colapso. Las personas se aprietan como pueden para entrar en los vehículos.

Dependientes de la tecnología

Ortiz ha llegado a la estación y ya estaba a oscuras y no se podía comunicar con nadie. "No funciona ningún servicio, dependemos todos de los móviles, y sin el móvil no podemos hacer nada: no nos podemos mover, no podemos llamar a los que necesitamos", reflexiona Ortiz, quien reconoce que siente inseguridad y piensa en las personas que se pueden encontrar atrapadas en los trenes o ascensores por todo el país.

Sin Google Maps, WhatsApp, llamadas ni tarjetas, muchas personas no saben qué ruta tienen que hacer hacia su destino, cómo están sus seres queridos y tampoco saben cómo podrán pagar. Es el caso de Sara Cots y Victòria Morales; las dos se dirigían a Girona y ahora tienen que cambiar de planes. "Entre las dos tenemos tres euros", comentan con humor, aunque apuntan que han acabado saliendo por la salida de emergencias. Las dos descartan inicialmente llegar a Girona hoy, pero cuentan con amigos y conocidos en la capital que pueden acogerlas. Ahora, su principal preocupación es su compañero de trabajo, que se ha quedado encerrado en un tren que salía poco antes del que ellas pensaban coger.