El Departament d'Educació ha recibido duras críticas en las últimas horas por los anuncios que ha publicado para promocionar la medida de avanzar el curso escolar. Los tres anuncios son muy sencillos: muestran a cámara lenta situaciones que hacen ilusión a los menores cuando van a la escuela (salir al patio, reencontrarse con una amistad que no se ha visto en todo el verano y reencontrarse con el compañero de clase que te gusta); se destaca que ahora estas cosas se podrán hacer antes y el anuncio va acompañado de música y de un listado de los beneficios de esta medida. La polémica, sin embargo, es por la música escogida en este anuncio. Se trata de Dies irae, un fragmento del Réquiem de Mozart que describe el juicio final. En resumen: una misa de difuntos para ilustrar momentos que generan alegría.

La campaña ha sido criticada tanto por los usuarios de Twitter que han reconocido la poca concordancia entre el fondo y la forma y por los sindicatos, que durante todo el curso pasado se han estado quejando de los problemas que puede generar este adelanto del calendario escolar. Al final de cada anuncio se destaca que esta modificación de la fecha de inicio del curso provoca un mejor aprendizaje, equidad social, conciliación familiar y transformación feminista. Todos estos puntos han sido rebatidos durante el pasado curso, y siempre se ha asegurado que eso genera más presión en los centros porque los maestros y profesores no tienen bastante tiempo para prepararse el curso.

"Más allá de las mentiras que se proclaman y del dispendio inútil de la campaña... ¿Qué hace la misa de difuntos más famosa de la historia como banda sonora de un anuncio que quiere resaltar la emoción de un reencuentro? Potenciemos las enseñanzas artísticas y no chirriaremos tanto", manifiesta el usuario Esteve Costa en Twitter. Mientras que Iris Llop escribe en la misma red social que "en un país donde la educación musical (y artística en general) no se trata en la enseñanza pública con la importancia que merece, no es extraño que el Departament d'Educació se dé cuenta de que esta banda sonora no tiene ningún sentido". "Poner el Réquiem de Mozart de fondo o es una muestra de la incultura manifiesta de los responsables de Educació o bien es la muestra mayor de cinismo que han encontrado", añade Martina Marcet.