La Guardia Civil ha resuelto un crimen que llevaba en punto muerto desde 1981. Un hombre de 73 años ha sido detenido casi cuatro décadas más tarde en Castellón por el asesinato de una mujer de 25 años en Sant Salvador de Guardiola (Bages). La víctima era su amante y estaba embarazada de cinco meses cuando el presunto culpable acabó con su vida de un disparo en la sien y la enterró en una parcela de su casa. Los restos de la joven fueron descubiertos en enero de 1999, pero la investigación quedó congelada ante la imposibilidad de identificarlos.

El hombre fue detenido ayer miércoles por la Guardia Civil y esta mañana ha pasado a disposición del juzgado de instrucción número 4 de Manresa, que ha decretado libertad provisional sin fianza por un presunto delito de homicidio. El hombre tendrá que presentarse a los juzgados de Manresa siempre que se lo requiera.

El hallazgo

El propietario de una parcela en la urbanización Cal Esteve de Sant Salvador de Guardiola hizo un hallazgo espeluznante cuando en la víspera del día de Reyes de 1999 encontró huesos humanos en el terreno donde quería plantar un olivo ornamental. Las primeras pesquisas policiales y forenses determinaron que la víctima estaba embarazada de cinco meses y que la causa de la muerte era el impacto de una bala en la zona craneal, a pesar de presentar un contundente golpe en el lado izquierdo de la mandíbula.

La fecha de la muerte oscilaba entre cinco y quince años antes del hallazgo, de manera que la Guardia Civil procedió a intentar averiguar la identidad del cuerpo, extrayendo secuencias de ADN tanto de la mujer como del feto. Los investigadores cotejaron la información recabada sobre la víctima con las denuncias de desaparición presentadas en España e incluso en otros países, gracias a la colaboración de la Interpol, sin detectar ninguna coincidencia

También se comparó la información genética de la mujer con la de la Base de Datos de Personas Desaparecidas y Cadáveres sin Identificar, conocida como programa Fénix. Tampoco se produjo ninguna coincidencia. Ningún familiar directo de la víctima había aportado su ADN tras interponer una denuncia por desaparición, proceso habitual en estos casos, ya que facilita sustancialmente la labor de búsqueda.

Reactivación

El caso dio un giro inesperado el pasado abril. Por primera vez en 37 años se produce una coincidencia entre las secuencias de ADN de la víctima y las de una muestra presentada por una mujer en noviembre de 2017. La denunciante se había personado en una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en Madrid para preguntar por el paradero de su hermana, de quien no tenía noticias desde 1981. 

Los investigadores que habían llevado el caso se desplazaron a Madrid para tomar declaración a la mujer y empezaron a atar los primeros cabos. La hermana de la víctima les contó a los agentes que su pareja se dedicaba a la importación de perros desde Alemania y que ambos mantenían una relación de amistad con el propietario de una empresa de traducciones, que se encargaba de gestionar las documentaciones del negocio de su marido con el país germano.

El amigo de la pareja le pidió a la denunciante que le presentase a alguna amiga con la que pudiera mantener una relación, a pesar de tratarse de un hombre ya casado, que vivía con su mujer y sus tres hijos en Madrid. La mujer le presentó a su hermana y los dos empezaron a salir. En octubre de 1981, su hermana se presentó en su trabajo con aspecto muy dejado y con un cambio evidente de complexión física, lo que la llevó a pensar que podría estar embarazada, sin que ésta se lo llegase a confirmar. Esa fue la última vez que tuvo contacto con la víctima. Recibió una postal al cabo de poco tiempo y después silencio.

Coincidencia

La hermana reveló a la policía la identidad del hombre al que habían presentado a su hermana en 1981 y esta coincidió con el nombre de uno de los propietarios del terreno de la urbanización Cal Esteve de Sant Salvador de Guardiola donde apareció el cuerpo de la víctima. Ante las sospechas evidentes que el amigo de la pareja podía ser el padre del feto encontrado en la parcela, los agentes solicitaron su exhumación para poder cotejar las muestras de ADN con las del presunto asesino.

La Guardia Civil inició este miércoles un operativo que acabó con la detención del hombre de 73 años en Castellón, como presunto autor de dos delitos de homicidio. El arrestado ha pasado este jueves a disposición judicial.