De nuevo de la mañana a nueve de la noche, paseos de una hora acompañados de adultos y sin alejarse más de un kilómetro de casa. Se podrá pasear o correr y, si se quiere, llevar algún juguete. Se recomienda llevar mascarilla y, sobre todo, hace falta guardar distancias y lavarse a menudo las manos. Son las directrices que tendrán que seguir a todos los menores de hasta 14 años que a partir de este domingo ya podrán salir a la calle. Pero antes de que el Estado las concretara, las redes de voluntarios de numerosos pueblos catalanes hace días que se han organizado para coserles mascarillas. En comarcas gerundenses, por ejemplo, se hacen en Sant Julià de Ramis, Celrà, la Jonquera o Palamós. Se reparten puerta a puerta o bien se pueden recoger en equipamientos y comercios de los municipios.
Maria Mercè Fernández va cosiendo bordes con la máquina y uniendo la tela de sábana con el filtro de algodón. A su lado, en la mesa del comedor, su marido va haciendo recortes con un patrón. Este matrimonio de Sant Julià de Ramis (Gironès) son parte del grupo de voluntarios del pueblo que nació para coser material de protección contra el coronavirus. En total son 25 vecinos, que ya llevan más de un mes haciendo mascarillas y gorras para los sanitarios del centro Mutuam.
Ahora, sin embargo, desde hace una semana, la ropa que sale de las máquinas de coser tiene colores más vivos. Y motivos y dibujos infantiles. Tan pronto como se empezó a hablar de la posibilidad de permitir que los niños pudieran salir a la calle, el Ayuntamiento y los voluntarios se coordinaron para hacer mascarillas infantiles para los más perqueños del pueblo.
El objetivo era que, a partir de este fin de semana, todas las familias que quisieran ya tuvieran mascarillas para sus hijos. "Vimos que era imposible comprarlas, porque no se encuentran en ningún sitio; y por eso se nos ocurrió que las hicieran las voluntarias", explica el alcalde, Marc Puigtió.
"Cosemos dos medidas: unas más pequeñas para los niños y niñas de entre 3 y 7 años, y otras para los de entre 8 y 12 años", concreta la coordinadora de los voluntarios, Imma López. El ayuntamiento compró ropa y vetas, los vigilantes municipales se encargan de repartir el material en las casas de los voluntarios y después, en medida van teniendo las mascarillas cosidas, irlas a recoger.
Hacer una mascarilla infantil es más sencillo que hacer una para un adulto. "Más o menos tardo hacia un cuarto de hora; las otras, sin embargo, eran mucho más complicadas de coser", explica Maria Mercè Fernández. Ella tiene claro que contribuirá con aquello que esté a su alcance a la hora de combatir la covid-19. Llevo desde el 13 de marzo sin salir del piso y me gusta coser: hay que ayudar con todo aquello a que se pueda", dice.
Lavarlas a 60 grados
Cuando parte de las mascarillas ya están cosidas, el whatsapp vuelve a poner en contacto voluntarios y vigilantes municipales. La patrulla las va a recoger y siguiendo la lista que les da el ayuntamiento, las reparten casa por casa. Las entregan dentro de una bolsa de plástico y, además, siempre recuerdan a los padres que antes de que los niños se las pongan por primera vez, y después de utilizarlas, se tienen que lavar a 60 grados como mínimo.
De momento, en Sant Julià de Ramis ya se han repartido un centenar de mascarillas infantiles. "Y ahora ya tenemos a punto hacia 150 más, que son los que nos han pedido a las familias del pueblo," explica el alcalde. La previsión es que este fin de semana ya se hayan entregado todas, para que "todos los niños puedan salir protegidos a la calle, concreta Puigtió.
Por todo Girona y Catalunya
Redes de voluntarios como las de Sant Julià de Ramis, que estos días están haciendo mascarillas infantiles, se reproducen por todas comarcas gerundenses y de toda Catalunya. De hecho, sólo hay que echar un vistazo a las redes sociales para ver de qué manera han proliferado.
En la demarcación, por ejemplo, en la Jonquera (Alt Empordà) un grupo de voluntarios ha hecho mascarillas para los niños y niñas, que ya se pueden recoger en una tienda o en el supermercado. Y en la Garrotxa, estos días el grupo de costureros de Besalú también está confeccionando para los pequeños.
En Celrà (Gironès), el Ayuntamiento ha reactivado el grupo de voluntarios del pueblo para coser mascarillas para los niños de entre 3 y 10 años. A partir del lunes se repartirán en los buzones de todas las familias que tienen hijos de estas edades.
En el Baix Empordà, el movimiento solidario Calonge Covid-19, formado por más de 200 voluntarios, repartirá gratuitamente mascarillas infantiles este domingo por la mañana. Son para niños de entre 3 y 16 años y se entregarán en el pabellón del pueblo (en diferentes horas dependiendo de cada edad). Además, la misma entidad también ha cosido hasta 1.500 mascarillas para los niños y niñas de Palamós. El Ayuntamiento las repartirá este domingo por la mañana en las puertas de los diferentes colegios donde están matriculados.
La oleada de solidaridad, sin embargo, llega por todas partes. Y iniciativas para coser mascarillas infantiles han proliferado en numerosos municipios catalanes. La Seu d'Urgell, Ulldecona, Les Franqueses del Vallès, l'Ampolla, Santpedor, Casserres, Malgrat de Mar, Terrassa, Aiguamúrcia, Alcover... Son algunos ejemplos que se extienden de norte a sur y de este a oeste.
