El Patronato de la Montaña de Montserrat prevé abrir la abadía al turismo cuando Barcelona y su área metropolitana, de donde proceden la mayoría de sus visitantes, entren en la fase 2 de la desescalada, y entonces regulará los accesos para adaptarse a las medidas de distancia social impuestas con motivo de la pandemia del coronavirus.

En declaraciones a Efe, el gerente del Patronato, Xavier Aparicio, ha explicado que trabajan con la idea de que a finales de junio o principios de julio todo Catalunya esté ya en fase 2 o 3, de manera que los visitantes que acuden a la montaña desde Barcelona y su área de influencia, previsiblemente las zonas donde más lenta irá la desescalada, podrán desplazarse libremente hasta allí.

La Abadía, que pertenece a dos regiones sanitarias diferentes que a su vez se encuentran en fases diferentes de desescalada, abrió al culto domingo pasado con una capacidad limitada a 160 personas, el 30% de su capacidad, y mantendrá el aforo que estipulan las autoridades cuando pueda abrir también a los visitantes.

Por término medio, el monasterio de Montserrat recibe entre 10.000 y 12.000 visitas diarias, que se tienen que reducir drásticamente cuando el recinto abra sus puertas para poder cumplir con las normas de distancia social necesarias. Por eso, Aparicio ha explicado que el patronato tiene que regular los tres accesos a la montaña: por el aéreo, que utiliza al 15% de los visitantes; el tren de cremallera, usado por el 25%, y el coche particular, en el cual acceden el 60% de los turistas.

El acceso desde el aéreo y el tren de cremallera se hará sólo mediante la compra anticipada de los billetes, mientras que los que se desplacen en coche tendrán que pedir cita previa, ya que la capacidad del aparcamiento, de 444 plazas, se verá asimismo disminuida, aunque al principio no esperan la llegada de autocares con turistas extranjeros.

"Si hasta ahora el objetivo era que el visitante disfrutara de una estancia y de un servicio de calidad, ahora tenemos que dar este mismo servicio garantizando la seguridad sanitaria", ha destacado Aparicio, que ha explicado que se dispone ya de hielos hidroalcohólicos en los accesos a la Abadía, que cada banco lo ocupan sólo 2 o 3 personas y que está prohibido tocar a la Moreneta.

Imposibilidad de controlar los accesos a la montaña

Con respecto a los accesos a la montaña, muy visitada por practicantes del excursionismo y de la escalada, Xavier Aparicio ha reconocido que será prácticamente imposible controlarlos.

Por eso, colocarán por toda la montaña, especialmente en los lugares más concurridos, entre 30 y 40 carteles recordando a los visitantes que tienen que guardar las distancias de seguridad sanitaria.

Uno de los lugares donde se colocarán los carteles será la Cima de Sant Jeroni que, con sus 1.276 metros es el pico más alto de Montserrat y donde coinciden haciéndose fotos y contemplando el paisaje todos aquellos en que han conseguido llegar a la cima.