La empresaria alemana Corinna Larsen envió un ultimátum a Juan Carlos I en el que amenazó con destapar información sensible en su poder que afectara al "corazón de la Casa Real, sus finanzas y sus conexiones íntimas con el CNI".

La ex del emérito remitió una tercera carta al jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, a la que ha tenido acceso en exclusiva El Mundo, el 23 de abril de 2019. El texto es una respuesta a la misiva que la mano derecha de Felipe VI le había enviado el 21 de marzo en la que advertía que emprendería acciones judiciales si "involucraba" al Rey en las operaciones en Suiza de su padre, de las que aseguró no tener "conocimiento, participación ni responsabilidad alguna".

Desde la Casa del Rey, en una contundente carta, se rechazó cualquier implicación de Felipe VI e informó a las "autoridades competentes".

"Parece que no han entendido la seriedad de los asuntos abordados y su posible impacto en la Casa Real", era uno de los mensajes lanzados en la tercera carta de la ex amiga íntima de Don Juan Carlos. "La primera respuesta fue que el Rey Emérito llamara a nuestra cliente, tal y como quedó reflejado en nuestra carta del 18 de marzo (desvelada ayer por este periódico y en la que Corinna detallaba lo ocurrido en la reunión secreta que mantuvo con Don Juan Carlos en su residencia londinense, en la que exigió al monarca que Felipe VI se implicara personalmente en resolver sus problemas legales)".

"Nuestra cliente estaba deseando verse con el Rey Emérito de buena fe y consideró (su visita a Londres) un prometedor primer paso". No en vano, Corinna quiso dejar claro que los asuntos que había planteado "no afectan solo" a Don Juan Carlos, sino que apuntan directamente "al corazón de la Casa Real, sus finanzas y sus íntimas conexiones con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI)".

Corinna advirtió con destapar información

La advertencia de Corinna no se quedó ahí. Añadió que estaba dispuesta a "colaborar con la Fiscalía en cualquier investigación sobre otras estructuras" financieras offshore vinculadas con la Familia Real española. Asimismo, avanzó que testificaría a favor del comisario vinculado a las cloacas del Estado José Manuel Villarejo, en prisión acusado de liderar una organización criminal, en el juicio pendiente contra el ex director de los Servicios Secretos españoles.

La ex amante de Don Juan Carlos recalcó de nuevo "las potenciales consecuencias dañinas" que, para la Casa Real, podría tener el "mal manejo" de la información apuntada por ella en referencia a las operaciones del Rey Emérito en Suiza. Añadió que no tenía "nada que temer a la verdad" de esas operaciones y que se mostraba dispuesta a que se investigaran a fondo por la justicia suiza.

Tras lanzar esta batería de advertencias, volvió a tender la mano a la Casa del Rey para intentar alcanzar un acuerdo. Insistió en que "no buscaba hacer daño a la Casa Real o amenazar para forzar una negociación". "Por el contrario, nuestra cliente considera que sus intereses y los de la Casa Real deben estar alineados en estos asuntos para resolverlos de forma rápida, discreta y amigable".

Además, Larsen intentó que Zarzuela le pusiera en contacto con la abogada general de Estado, Consuelo Castro Rey, al pensar que ostentaba la representación legal de la Corona. También desveló que quería ponerse en comunicación con el fiscal general del Estado y ministro de Justicia para "asegurarse de que la Casa Real estaba debidamente informada y efectivamente representada".