Al menos 22 civiles murieron ayer por un bombardeo de la coalición internacional, liderada por EEUU, contra una localidad controlada por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la provincia nororiental siria de Deir al Zur, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La fuente destacó que entre los fallecidos hay al menos nueve menores y siete mujeres, y no descartó que su número aumente porque hay heridos graves.

El ataque tuvo lugar contra la población de Shaafa, dominada por los yihadistas, situada en el este de Deir al Zur. Hace dos días al menos 25 civiles más perdieron la vida por un ataque aéreo de la coalición contra el área de Dahra Aluni, en el este de esa provincia. En la mitad oriental de Deir al Zur, el EI mantiene en su poder un reducto de territorio que abarca cuatro localidades.

Con las víctimas mortales de ayer, el Observatorio destacó que al menos 129 personas han fallecido por bombardeos de la coalición en Siria, la mayoría familiares de combatientes y cabecillas del EI en Deir al Zur. En el pasado, esa región fue uno de los feudos más importantes de los extremistas en Siria junto a la provincia de Al Raqa, pero los radicales han perdido en los últimos meses la mayor parte de su dominios frente a las milicias kurdas y las fuerzas gubernamentales sirias.

Los nuevos ataques confirman que la situación en el enclave opositor sirio de Guta Oriental no ha mejorado en absoluto a pesar de la tregua que ordenó Rusia tras la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. La organización ha asegurado que los combates continúan en esa zona de las afueras de Damasco, imposibilitando la entrada de convoyes humanitarios y la evacuación de heridos.

Según el jefe humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock, la pausa humanitaria de cinco horas diarias es insuficiente para ayudar a la población y no da tiempo al acceso de los convoyes. El responsable de la ONU recordó que simplemente superar los puestos de control en las carreteras sirias lleva habitualmente hasta un día. Según Lowcock, los convoyes humanitarios están preparados, pero la ONU no ha recibido permiso de las autoridades para proceder ni ve una situación de seguridad que permita su acceso a Guta Oriental.

Según el responsable de Asuntos Políticos de la ONU, Jeffrey Feltman, la organización no ha obtenido del Gobierno sirio ningún compromiso de que respetará el alto el fuego demandando por el Consejo de Seguridad. Sí ha recibido, sin embargo, una carta en nombre de los tres principales grupos rebeldes mostrando su disposición a implementar la resolución y garantizar que pueda entregarse ayuda humanitaria.
Además, esos grupos se comprometen a "expulsar" a todos los elementos del Frente al Nusra y otros grupos terroristas presentes en Guta Oriental. La resolución del Consejo de Seguridad establecía que, pese a la tregua, podrían continuar las operaciones contra grupos considerados terroristas por Naciones Unidas. Desde el primero momento, ello puso en duda el impacto de la medida en Guta Oriental, pues Siria y Rusia insisten en que Al Nusra controla la zona y que otros rebeldes trabajan con ellos. Feltman dijo que la ONU no tiene ninguna confirmación de que los principales grupos opositores estén coordinados con el Frente al Nusra, que es la antigua filial siria de Al Qaeda.