La población mundial de abejas se encuentra en caída libre desde hace años. El declive del número de abejas tiene efecto muy pernicioso, al ser estas unas de las grandes polinizadoras del planeta. Sin embargo, un nuevo descubrimiento podría ser la gran salvación para esta especie. ¿La solución? Una vacuna que acaba de ser aprobada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en las siglas en inglés).

Las autoridades estadounidenses han dado la licencia a la primera vacuna contra la bacteria Paenibacillus larvae causante de la loque americana, una enfermedad de origen bacteriano, muy virulenta y contagiosa, presente casi al 80% de colmenas de todo el mundo y capaz de matar colmenas enteras, si no se diagnostica adecuadamente. Raúl Rivas González, Catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, afirma en Efe que es una noticia "magnífica".

Rivas remarca la vacuna es una herramienta para impedir que la enfermedad se propague, pero no para eliminarla: Se trata de un tipo de bacteria ambiental que no necesita contagiar las abejas para sobrevivir. Lo que sí que hará la vacuna es proteger de enfermedades mortales en los polinizadores comerciales, es decir, aquellas abejas bajo el control de apicultores. "Una vez que una colmena muestra la manifestación clínica de la enfermedad, la única manera efectiva de erradicar y prevenir la propagación de la enfermedad es quemando la colmena y la colonia", esta medida podría quedar ahora atrás.

Una gran noticia para la humanidad

Rivas expone que el valor económico mundial de la polinización de cultivos por parte de las abejas y otros polinizadores obtiene una media superior a los 200.000 millones de euros, el 10% de la producción agrícola mundial de alimentos para humanos. Sin embargo, las abejas pueden enfermar por múltiples causas: factores abióticos -componentes no vives de un ecosistema, como condiciones atmosféricas, recursos hídricos, agroquímicos, pesticidas...) aunque el elemento más importante es, sin duda, la biótica -organismos vivos que influyen en un ecosistema.

El Catedrático remarca que un mundo sin estos polinizadores sería "inviable, no habría futuro", incide el experto para explicar que un porcentaje crítico de las plantas se polinizan mediante insectos y si estos no existieran, bajaría la población y la diversidad de forma alarmante, con todo lo que eso supone para el planeta.

Como se vacuna una abeja

Para aplicar esta vacuna, compuesta por células muertas de la bacteria, se introduce en las colmenas alimento destinado a las abejas reinas con dosis de la vacuna y que se ha demostrado que actúa en los ovarios de la reina transmitiendo inmunidad transgeneracional en los huevos que va poniendo.

"A partir de ahora, con la inmunización se tratará de impedir que la enfermedad se propague", ha puesto énfasis al experto, que puntualiza que todos los ensayos y análisis hechos finos ahora apuntan que la vacuna tiene un porcentaje de efectividad significativo, alrededor al 50%, y eso es una "barbaridad" para una vacuna de este tipo.