La multiconsulta de Ada Colau ha ido, desde un inicio, por el camino de la pedriza. El qué la alcaldesa vendió a la ciudadanía como un gran ejercicio transparencia democrática se ha desvanecido, se ha esfumado, ha desparecido, incluso, del presupuesto. Según los datos en los cuales ha tenido acceso El Nacional, el pasado 7 de junio, se acordó una modificación de crédito del Presupuesto General del Ayuntamiento que deja sin efecto la partida de 413.557,30€ que se había previsto, de manera interna, para la realización de la multiconsulta. El concepto, "retorno por gastos no realizados del servicio multiconsulta".
En el mismo decreto, se destinan los 413.557,30€ a hacer frente al gasto por alojamiento de urgencia de inmigrantes y refugiados. En concreto se detallan dos partidas: una de 200.000€ por "hoteles y pensiones de inmigrantes", y la otra, de 213.557,30 euros con el mismo concepto pero para "refugiados". El decreto se ha hecho efectivo esta semana.
Las entidades promotoras de la multiconsulta al lado de Colau / Foto: ACN
La multiconsulta, un camino lleno de obstáculos
La multiconsulta de Colau ha tenido desde un inicio muchos frentes abiertos, especialmente desde un punto de vista judicial: una denuncia por un presunto delito de prevaricación y malversación, una investigación de la Fiscalía sobre un presunto delito de revelación de datos del padrón, y varios recursos y denuncias presentados por Agbar, la Delegación del Gobierno en Catalunya y la Asociación de Abogados Catalanes.
Desde un punto de vista organizativo también ha cernido la sombra de la duda sobre el proceso de recogida de firmas para sacar adelante las preguntas de iniciativa popular.
La guinda en este camino tortuoso la puso el plenario del mes de abril que evidenció la solitud de Colau: la falta de apoyos la obligó a retirar las preguntas de iniciativa municipal y las votaciones posteriores tumbaron las preguntas de iniciativa ciudadana. Los grupos de la oposición votaron en contra y acusó a la alcaldesa de fomentar "sólo" las preguntas "de sus amigos".
Las cuestiones surgidas de la ciudadanía hacían referencia a la remunicipalización del agua y al cambio de nombre de la plaza del esclavista Antonio López por el del joven muerto en el CIE de la Zona Franca Idrissa Diallo. Las entidades que las promovieron, Aigua es Vida y Metromuster respectivamente, están vinculadas en grupos que recibieron fuertes subvenciones entre el periodo 2015-2017.