Las marchas lentas de camiones están provocando colas en varias carreteras de todo Catalunya, coincidiendo con la operación salida del puente del Pilar. Poco después de las cinco de la tarde, han empezado las marchas lentas que provocan retenciones en la AP-7 en Girona, la A-7 en Tarragona o en la N-340 en el Penedès.

Los transportistas protestan contra las restricciones de paso en la N-II, la N-340 y la N-240. Los transportistas aseguran que se les está "criminalizando", cuando la raíz del problema es el mal estado de las carreteras. Además, dicen que la obligación de pagar peajes, que se ha tomado sin tenerlos en cuenta, les supone sobrecostes de entre "300 y 600 euros mensuales". Dicen que las marchas lentas son un primer toque de atención, pero que si Generalitat y Estado no responden, las protestas irán a más.

Se prevén marchas lentas en la ronda Litoral de Barcelona en dirección Llobregat desde el puerto y la AP-7 hasta Rubí. En Girona, la N-II hasta el enlace con la C-25 y hasta el peaje de la AP-7 en Girona Norte y la C-66 en dirección Banyoles. En Tarragona, estarán afectadas la A-7, la N-340 y la AP-7, y en Lleida la N-240 y la AP-2.

Los transportistas aseguran que "el detonante" de la movilización ha sido por como se han gestionado las restricciones de paso por la N-340 y la N-240. Unas prohibiciones que ya se suman "a la casi perpetuidad" de la prohibición de circular por la N-II a lo largo de las comarcas gerundenses.

Desde el 2 de septiembre pasado, se establece el desvío obligatorio de camiones hacia la AP-7 a los tramos de la N-340 entre Peníscola y l'Hospitalet de l'Infant, así como entre Altafulla y Vilafranca Sud. En el caso de la N-240 entre les Borges Blanques y Montblanc, los vehículos tienen que circular obligatoriamente por la AP-2.